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Va para 40 años que en el Penedès se plantaron los primeros viñedos en la finca de Jean Leon, montañés universal. Hasta entonces, los nombres de aquellas primeras cepas de Cabernet Sauvignon, Cabernet Franc, Chardonnay, Merlot sonaban poco menos que a chino. Después de que los primeros frutos se convirtiesen en soberbio vino, tampoco se conocía en España, porque su propietario se lo llevaba a Estados Unidos para venderlo en su restaurante. Tuvieron que pasar algunos años para que se apreciaran aquí, con todo su poder, aquellos blancos inéditos y los bravos tintos. Ahora, la casa Miguel Torres, actual propietaria de la hacienda, ha auspiciado una cata vertical del tinto más conocido, el Cabernet Sauvignon. Los vinos fueron comentados por Jaume y Miguel Torres Mazasieck. Quince tintos, desde la cosecha 78 a la 2004 (ésta todavía en barricas) fueron degustadas con sumo placer, porque los de las primeras cosechas (78, 79, y, sobre todo, un poderoso 83, estaban más vivos que algunos de los relativamente nuevos. Vinos con 27 años sobre sus taninos y todavía pueden aguantar algunos más. Lo que demuestra que el método de elaboración de entonces le daba la razón a Jaume Rovira, enólogo y alma mater desde los inicios.
