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Gramona cumple 125 años de vida

  • Redacción
  • 2006-09-01 00:00:00

Un recorrido por la historia del país del Cava Con la discreción y la elegancia que caracteriza a la bodega, Gramona cumplió nada menos que 125 años, y lo celebró en Madrid, casi en la intimidad, en la infalible mesa grande de Zalacaín. En la puerta de la histórica cava familiar, en San Sadurní, figura la fecha de inauguración: 1881. Tanto los Gramona como los Batlle llevaban ya mucho tiempo cuidando viñas y elaborando vino, pero la fecha de la entrada documenta el nacimiento del Celler Batlle, exportador a Francia en aquellos tiempos de la filoxera. Desde entonces, en manos de la familia que ahora representan los dos primos, Jaume Gramona, como enólogo y técnico, y Xavier, como director empresarial. Un tándem, esta nueva generación, que se ha revelado sólido, eficaz y con un brillante futuro, gracias tanto a la creatividad imparable como al respeto a la tradición de una cava, siempre personal, que nació con la vocación de hacer vinos de larga crianza. Ese contraste tuvo continuación en las copas que acompañaban al menú: Un Imperial Reserva Brut 2002 para el aperitivo, y un mágnum 2001 del Sauvignon Blanc, Gramona Argent Resé Brut 2003, el clásico III lustros G. Reserva Brut Nature 2000, el revolucionario Gra a Gra 2002, para terminar con el osado juego tecnológico del Gewüztraminer Vi de Gel 2002. Un recorrido por la más sabrosa historia del país del Cava, por una cava seria como pocas, que en la nueva bodega ha sabido conservar la tradición artesana y aplicar las experiencias más vanguardistas. Gracias por esos 125 años de placer.

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