• Redacción
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• 2006-12-01 00:00:00

El International Wine Challenge (IWC) es uno de los concursos vinícolas más prestigiosos e influyentes del mundo. Está organizado por la revista británica The Wine International Magazine, y componen el jurado 45 maestros del vino (catadores, viticultores, críticos y expertos). El certamen, que ya tiene una antigüedad de 22 años, destaca por el número de participantes, 9.700 vinos fueron degustados en 2005. Por el rigor en la cata, el concurso está considerado como los “Oscars” del vino. El premio más importante correspondiente al “Mejor Tinto del Mundo” recayó en el Selección Especial 2001 de la bodega vallisoletana Abadía Retuerta. Además, en este mismo certamen se eligió a Ángel Anocíbar como “Enólogo del Año”. Los jueces conceden este galardón después de hacer una media de todos los premios obtenidos por cada bodega. Abadía Retuerta obtuvo la más alta puntuación con tres medallas: una de oro, una de plata y una de bronce. Abadía Retuerta es una vanguardista bodega situada en “el Pago de la Milla de Oro”, ubicación geográfica privilegiada en la Ribera del Duero, donde sus vecinos son de órdago a la grande en la baraja de las bodegas españolas: Vega Sicilia, Pingus, Alión, Hacienda Monasterio... En Abadía Retuerta se aplica la tecnología más puntera y se utilizan exclusivamente las uvas de sus viñas para la elaboración de los vinos. Ángel Anocíbar aplica sus conocimientos y experiencia en el control de una finca de 206 Has., con un parque de unas 4.000 barricas y una producción de un millón de botellas anuales, de las cuales se exporta un 70% a países como Estados Unidos, Suiza y Japón. Cada una de las 54 parcelas que componen la viña son controladas por separado y se aplican diferentes técnicas para cada una de ellas, dependiendo de sus necesidades específicas: tipo de suelo, variedad y temperatura. Este análisis parcelario y los controles de vinificación permiten la producción de vinos claramente diferenciados. El Monasterio de Santa María de Retuerta, donde se ubica la bodega es un edificio histórico que data del siglo XII. Hace diez años que la multinacional farmacéutica suiza Novartis levantó esta bodega. Para ello depositó su confianza en Ángel Anocíbar, primer enólogo español doctorado en Enología por la Universidad de Burdeos. Estudioso y perfeccionista obsesivo, Ángel Anocíbar está considerado como uno de los más prestigiosos especialistas en viticultura y enología del mundo. Las pruebas son palpables: en tan sólo diez años su proyecto personal ha dado como fruto los más importantes galardones del mundo del vino: mejor enólogo y mejor vino tinto del mundo, así como una colección de premios internacionales que destacan la calidad de las ocho marcas de la casa: Primicia, Rívola, Selección Especial, Cuvée Palomar, Pago Valdebellón, Pago Negralada, Pago La Garduña y PV (Petit Verdot). Patxi Uriz