- Redacción
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- 2007-04-01 00:00:00
Los caminos de Galicia son un permanente descubrimiento. En cada recodo aparece una nueva flor, una luz recién nacida, o un viejo monasterio. Las Rutas del Vino que se están creando y ampliando, proponen visitas y placeres insólitos. Galicia, cristiana vieja, mágica, minifundista, rural y con unas comunicaciones imposibles, tuvo que valerse para la autosuficiencia, para que en cada pazo o en la casa más humilde hubiera todo lo necesario para la supervivencia anual, leche convertida en queso, matanza en forma de embutidos y ahumados, patatas, coles, huerta de cada temporada y, para regarlo todo, la copa consagrada, el vino. Una orografía que impedía contactos y, en general, una geografía muy diversa, desde los mares a las montañas, llevó a que aquellos vinos caseros fueran productos personales, hijos de fórmulas secretas, de herencias familiares, y también de viñas diminutas, de mil variedades caprichosas nacidas en tierras -en pagos- incomparables, desde la arena a la pizarra, desde las cumbres mirando al sol o al mar a las laderas de los ríos en pendientes imposibles. Quien es quien? Ordenar esa variedad y controlar una producción de calidad, sin mermar su riqueza, ha llevado a afianzar cinco Denominaciones de Origen que siempre empezaron su tarea por erradicar aquellas variedades foráneas o híbridas que se habían afianzado exclusivamente por su volumen de producción y resistencia. Y de ahí el descubrimiento de la excelencia de uvas propias, de más escaso rendimiento que, bien criadas y elaboradas, producen excelente calidad: la albariño, la godello, la mencía, la treixadura, la torrontés... De ese rigor y cuidado, de una sensata innovación técnica y de la imaginación que nunca faltó por esos lares ha surgido la excelencia de los actuales vinos gallegos, cada uno en su estilo. Y el descubrimiento, contrastado por la experiencia, de que los vinos gallegos no son exclusivamente frescos para beber en el año, sino que muchos tienen estructura para durar y madurar, que mejoran sorprendentemente con un tiempo de guarda. Rías Baixas es la cuna oficial de la uva Albariño que crece en tierras bajas, próximas al mar y en los tramos inferiores de los cursos fluviales, lo que condiciona las características climáticas, de influencia Atlántica, con temperaturas suaves y precipitaciones elevadas. La D.O. se ratificó oficialmente en 1988, y en su corta historia ha evolucionado de forma ejemplar, pasando de 492 viticultores a 5.059, de 14 a 161 bodegas, y de una superficie de viñedo de 237 hectáreas a otra de 2.408. A la vez se han ampliado zonas: Val do Salnés, Condado do Tea y O Rosal, Soutomaior y Ribeira do Ulla. Y, lo que es más importante, el prestigio y reconocimiento de sus vinos aromáticos y frutales, inconfundibles, se han afianzado con nombre propio en todo el mundo. Ribeiro es el vino más tradicional de Galicia, ayer asociado a la imagen de los rústicos cuencos de porcelana y hoy ejemplo de finura y elegancia en varietales y coupages, y muestra de un vino original e histórico, el Tostado del Ribeiro. La D. O. tiene fecha de 1957 y se extiende por el borde noroccidental de la provincia de Ourense, en las confluencias de los valles formados por los ríos Miño, Avia, Arnoia y Barbantiño. Cuenta con casi 6.000 viticultores y 2.685 has. de viñedo, repartido desde los 75 hasta los 400 metros de altitud, en valles o laderas pendientes, trabajadas en terrazas que aquí llaman socalcos o bocaribeiras, que siguen las curvas de nivel. Está plantado con Treixadura (la reina del Ribeiro), Torrontés, Loureira, Godello y Albariño, y las tintas Sousón, Brancellao, Caíño, Ferrón y Mencía. Eso genera una notable variedad de vinos La Ribeira Sacra es, como anuncia su nombre, un espacio recóndito y mágico, de viñedos colgados sobre los ríos. Apenas 1.222 has. de 2.900 viticultores, en valles profundos, que hay que trabajar y vendimiar con dotes de funambulista, y donde la orientación es fundamental para la madurez de la uva. Las variedades preferentes son el Albariño, la Treixadura, Dona Blanca, Godello, Loureiro, Torrontés y en las negras, que son mayoritarias, la Mencía, Brancellao y Merenzao, que últimamente triunfan en la crianza en barrica. Valdeorras ocupa gran parte de la cuenca de los ríos Sil, Zares y Bibei, en la provincia de Ourense, en la frontera con León, donde el clima es menos húmedo que en el resto de Galicia, una combinación de influencia atlántica y continental, mayor insolación, temperaturas suaves, condiciones apropiadas para el cultivo de calidad. Pero lo que confiere la exquisitez a sus godellos y mencías es el sustrato mineral. Crecen en las tierras más pizarrosas de la península, un suelo que se ha revelado milagroso para el aroma, gusto y estructura del vino, donde Godeval restauró la Godello que le ha valido a Rafa Palacios el premio al mejor blanco del año. El valle y la D.O. Monterrey son la frontera de oriental de Ourense con Portugal, terreno más seco y continental que el de sus vecinos, y que en verano no es raro que llegue a alcanzar los 42º C. Son unas 680 has. controladas plantadas de Godello, que allí llaman Verdello, Treixadura, Dona Blanca y, entre las tintas, Mencía, aunque también está autorizada la Tempranillo. Es una D.O en auge y en plena revolución, donde su adalid, Verino, llega al mimo del despalillado manual. Las Rutas del Vino Con esta variedad de vinos y paisajes, y con una gastronomía de lujo, aun en los platos más sencillos, Galicia es un tentador destino para el enoturismo. Rías Baixas y Riberiro ya han desarrollado sus Rutas del Vino, donde se combina la visita a bodegas, degustaciones, y didácticas catas, con recorridos culturales, de ocio y placer. En Cambados (Rías Baixas), el Museo de las Rutas del Vino, ubicado en el Pazo Torrado, ofrece información sobre su zona y sobre el sector en el mundo entero. Pero para profundizar en su historia hay que acudir al vecino Museo Etnográfico del Vino, el primero temático de Galicia. En la ruta del vino de Rías Baixas participan con fervor selectos establecimientos: hoteles, restaurantes, balnearios, casas rurales, enotecas y todo lo que requiere un viaje. La Ruta del Ribeiro es verde, salpicada de mimosas amarillas, de pazos, monasterios, primoroso románico, villas históricas como Ribadavia y hoteles en bodega, como el precioso de Viña Mein que acaba de ampliarse con gusto, o el Casal de Armán, un caserón de 1727 restaurado a conciencia, donde se mima tanto al vino como al huésped. Hay que recorrer Galicia y brindar con sus vinos. Desde las Rías Baixas, en un día soleado, hasta los cañones del Sil o las dulces orillas del Miño y del Avia, entre frescas brumas de ensueño. C.R.D.O. MonterreiI Avda. Luis espada, 89 32600 Verín (Ourense) Tel.988 590 007 Fax. 988 410 634 www.domonterrei.com C.R.D.O. RIAS BAIXAS Cabanas-Salcedo 36143 Salcedo (Pontevedra) Tel.986 854 850 Fax. 986 864 546 www.doriasbaixas.com C.R.D.O. RIbeirA sacra Rua Pescadeira, s/n 27400 Monforte de Lemos (Lugo) Tel.982 410 968 Fax. 982 411 265 www.ribeirasacra.org C.R.D.O. RIbeiro Salgado Moscoso, 11 32400 Ribadavia (Ourense) Tel.988 477 200 Fax. 988 477 201 www.ribeiro.es C.R.D.O. VALDEORRAS CTRA. N-120 - KM 463 32340 Villamartín de Valdeorras (Ourense) Tel.988 477 200 Fax. 988 477 201 www.dovaldeorras.com RUTA DE BODEGAS DEL RIBEIRO Concello de Ribadavia - Concellería de Turismo Praza Maior, 7 - 32400 Ribadavia Tel. 988 471275 www.ribadavia.net RUTA DEL VINO RÍAS BAIXAs Centro Comarcal del Salnés Paseo da Calzada, s/n - 36630 Cambados Tel. 986 521 012 www.rutadelvinoriasbaixas.com