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Alemania y la Comisión de la UE siguen discutiendo sobre la posibilidad de añadir azúcar al vino antes de su fermentación. La comisaria de agricultura, Mariann Fischer Boel, aboga por su prohibición en toda Europa con la inminente reforma del mercado del vino. Pero estarían permitidas técnicas como la utilización de chips de roble o la concentración del mosto. El ministro alemán de economía, Horst Seehofer, protesta: afirma que el azúcar añadido es “una de las bases fundamentales de nuestra cultura vinícola” desde hace doscientos años. También el presidente de la Asociación de Vinicultores Alemanes se expresa decididamente en contra de la prohibición de la chaptalización. Asegura que así resultarían discriminadas las regiones en las que la vinicultura es climáticamente más difícil; que en Europa se necesita una diferenciación de los pesos mínimos del mosto y las reglamentaciones del azúcar añadido. “Aunque tenemos un mercado interior común, aún no tenemos el mismo clima”, advierte.