- Redacción
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- 2007-12-01 00:00:00
La Grappa, al igual que el orujo o el marc, son aguardientes obtenidos a partir de la destilación de los residuos de uva, es decir, los hollejos o pieles. En casi todas las regiones productoras de vino podemos encontrar alguna representación aunque, seguramente, con nombres distintos. La grappa es el aguardiente nacional de Italia, cuna de tan noble bebida. Además de este nombre, que es el más conocido, en Italia también podemos encontrarlas por Graspa, Graspamara, Acquavite o Snappa, aunque todas se refieren al mismo producto. Hay una gran variedad de grappas, quizá demasiadas, que se distinguen por su zona vitivinícola (pasan por ser las mejores las del norte de Italia) o por sus variedades de uva o, incluso, por el productor. Una razón de peso para dejarnos guiar. Entre los entendidos se considera a las producidas en la región del Veneto, concretamente la localidad de Bassano del Grappa, las de mejor calidad. Básicamente, la elaboración de la grappa consiste en la fermentación de los orujos y posterior destilación en alambiques. Y las mejores calidades se obtienen de una materia prima inicial en buen estado de salud. Es la clave de todo buen orujo. Para obtener un litro de grappa se necesitan 12 kilos de uva. Una vez obtenida la grapa, que saldrá al mercado con unos 40 grados, el abanico de posibilidades es inmenso. Las podemos encontrar maceradas en fruta, de gran éxito en la actualidad, en plantas, raíces, hierbas, trufas, flores, especias, etc. Todas ellas vestidas con deliciosos diseños de botellas, algunos de lo más extravagante. Pero, ¡cuidado! porque este es uno de los argumentos de venta más extendidos. En la mayoría de los casos pagamos más por el envase que por el contenido. Un consejo, si quiere buen cristal, cómprelo aparte. Realmente, la calidad de la grappa viene determinada por su variedad de uva. Las mejores suelen ser: Lambrusco, Moscato que, generalmente, son más grasas, Barolo y, por su puesto, Moscato di Caneli, una de las reinas indiscutibles por su embriagador aroma frutal-floral y finura, en el mejor de los casos. Algunas versiones podemos encontrarlas con la mención “stravecchia”, que significa envejecida. Los toneles suelen ser de fresno, madera neutra que apenas aporta aromas. Las grappas más finas, aromáticas y delicadas, al igual que las envejecidas, conviene tomarlas en copa de balón, como todo buen destilado. A una temperatura de 16-18 grados. El tradicional vasito, con su fina escarcha de hielo, lo dejaremos para las grappas de menor calidad.