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San Sebastián es el marco ideal para una gran cata de vino, que se puede convertir en histórica si los vinos a probar se elaboran con la variedad Graciano. El promotor fue Jesús Madrazo, director de Viñedos del Contino. Su proposición les pareció tan buena a los miembros de la sociedad gastronómica Casa Lúculo que ellos organizaron la cata en el restaurante Hidalgo 56. Se abrieron catorce añadas de la Finca Contino acompañadas de otras elaboradas en España, una de California y una australiana, un Brown Brothers del año 74 (curiosamente el primer año de Contino) que tenía una viveza increíble.
El excelente comportamiento de todas las añadas despertó la admiración de los presentes. Uno de los más vivos, equilibrados y poderosos fue el de la añada del 94, que fue la que abrió fuego, pero se cató hasta la de 2007, todavía en barricas. La evolución de la cata confirmó el progreso de la bodega a la hora de comprender el comportamiento en la crianza con distintas maderas de esta variedad. Además, el evento demuestra que la uva Graciano produce vinos bastante duros, de los que es preciso guardar, y el éxito de la convocatoria reafirma la idea de Jesús Madrazo respecto a una de sus variedades favoritas: «El Graciano es el vino que mejor define el terroir de Contino y su mesoclima. Es un gran vino de una variedad ingrata».
