- Redacción
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- 2008-09-01 00:00:00
Entraron en combate para enfrentarse a los grandes vinos de Burdeos y California. Gracias a ellos, Italia hoy se encuentra entre los más importantes países vinícolas del mundo. En 2008, los supertoscanos, como se autodenominaron estos vinos de mesa de categoría superior, celebran sus cuarenta años de vida. El primer supertoscano salió al mercado en 1968: se llamaba Vigorello, lo vinificaba la finca San Felice en Castelnuovo Berardenga y se componía de las variedades Sangiovese y Cabernet Sauvignon. Pronto le siguieron otros. Todos estos vinos demostraron, mucho antes de que los grandes vinos DOCG de la Toscana alcanzaran la fama, que en Italia existía un mundo más allá de la pizza y la garrafa, y que precisamente de la Toscana podían salir grandes vinos. Muchos vinicultores no sólo apostaron por los vinos hechos con Cabernet o Merlot, sino también por los varietales de Sangiovese. Los supertoscanos celebraron su cuadragésimo aniversario con una cata por todo lo alto en la casa señorial de su antepasado en San Felice, en el sur de la Toscana. Dieciséis fincas de la región de Chianti Classico llevaron sus supertoscanos: cada una de ellas aportó una añada histórica de los ochenta y un vino del nuevo milenio, de la añada de 2001, para compararlos. Una nueva era Muchos de los vinos de los ochenta aún presentaban una sorprendente frutalidad y frescor. Pero la comparación con los vinos de la añada de 2001 puso de manifiesto el salto cualitativo de la vinicultura toscana en los últimos veinte años. En el viñedo y en la bodega ha comenzado una nueva era. Nuestros favoritos Querciabella, Camartina 1981 (70 por ciento de Sangiovese, 30 por ciento de Cabernet Sauvignon) Color brillante; notas de frutillos y praliné; en el paladar, vigoroso, acidez y taninos bien equilibrados. Castello di Querceto, La Corte 1985 (Cien por cien Sangiovese) Aromática frutal sorprendentemente fresca; textura llena y jugosa; especiado final de tabaco. San Giusto a Rentennano, Percarlo 1985 (Cien por cien Sangiovese) Seductoras notas de frambuesa; principio lleno y firme, y final delicadamente especiado. Lleno de elegancia. Felsina, Fontalloro 1986 (Cien por cien Sangiovese) Notas de violeta y frambuesa; en el paladar, acidez con casta, mucho frescor y frutalidad. Riecine, La Gioia 1988 (Cien por cien Sangiovese) Fresca nariz frutal y floral; posee casta, plenitud y un largo final.