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El CRAV (grupo de acción regional de los vinicultores del Languedoc) vuelve a hacer de las suyas: ha vaciado en las alcantarillas (junto a Nîmes) 11.000 hectolitros de vino por valor de medio millón de euros y en Hérault (en una “domaine” propiedad del gigante del vino Les Grands Chais de France), ha colocado dos cargas explosivas, de las que sólo estalló una, que provocó únicamente daños materiales. Con tales medidas, el CRAV pretende llamar la atención sobre los problemas de ventas de los vinicultores del Languedoc y defenderse de la competencia de los vinos extranjeros. Francia es el mayor importador de vinos de la UE (cerca de 5,6 hectolitros en 2008, lo que corresponde aproximadamente a la producción completa de la región bordelesa o a alrededor del 10 por ciento del total de la producción de vinos franceses).