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La organización estadounidense para la defensa de los derechos humanos Human Rights Watch ha criticado las condiciones de trabajo en los viñedos de las fincas de Sudáfrica. Aunque el cultivo de vid y frutales aporte beneficios al bienestar del país, los salarios en estos dos sectores comerciales se cuentan entre los más bajos del país y en ocasiones los trabajadores están alojados en condiciones infrahumanas, expuestos a pesticidas sin protección alguna y no les está permitido organizarse en sindicatos. El negocio del vino en Sudáfrica ha hecho declaraciones frente a estos reproches. Su Birch, director ejecutivo de la Asociación Sudafricana del Vino, censura que el informe se base en un muestreo y que la encuesta no haya sido contrastada por un organismo independiente. Además, los propios granjeros no han tenido oportunidad de expresarse frente a las acusaciones.