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Tiene muchísimo mérito que se mantenga un vino 40 años en boga y que de la sensación de que cada añada parezca una novedad. Y es lo que ha conseguido la famosa bodega Barbadillo con su fragante blanco Castillo de San Diego. Justo es que cuando ya se cumplen ¡cuarenta años! de su aparición la bicentenaria casa sanluqueña haya tirado la casa por la ventana. El día de la celebración fue una jornada en la que se degustó arte por los cuatro costados: el arte del bel canto, el profundo arte del flamenco, el arte de la danza, por supuesto el de la gastronomía y, cómo no, el que contienen todos los vinos de esa gran bodega, que fueron degustados con profusión. La puesta en escena significó un marco ideal para acoger tanto arte y la idealización del vino Castillo de San Diego, el vino del mar. La excelente idea de Antonio Pedro Barbadillo, conocido como Toto, de diseñar un blanco joven tan frutal en una zona de grandes vinos de largas crianzas ha convertido a este cuarenteño en uno de los superventas de España año tras año. Más información: www.barbadillo.com