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Unas joyas enológicas como las Reliquias de Barbadillo, destinadas a los vinos más viejos de la bodega Sanluqueña, siempre son noticia, y más cuando cambian algo tan importante como el formato de la botella y su tradicional etiqueta. El delicioso contenido sigue concentrando la esencia de Jerez en sus cuatro referencias: Amontillado, Oloroso, Palo Cortado y Pedro Ximénez. En cuanto al formato de su presentación, cambia a medias botellas jerezanas en las que predomina la sencillez y el aspecto práctico con un lacre, como se hacía antiguamente. Por otro lado, las etiquetas están pintadas a mano por el artista madrileño Goyo Valmorisco. Toda esta evolución corre de la mano de Armando Guerra, responsable de Descomunales Vinos Comunes, perteneciente a la Alta Gama de Barbadillo. Más información: www.barbadillo.com