- Redacción
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- 2000-12-01 00:00:00
Parece ser que Toro y su comarca se ha convertido en el sueño americano de una elite de bodegueros. Los nuevos inquilinos de esta entrañable comarca, provienen de denominaciones consolidadas. En ella ha invertido su experiencia y su capital, nuestra bodega más acreditada y venerada: Vega Sicilia, además de bodegas Mauro, los Lurton (una familia de bodegueros franceses afincados en Rueda), Antonio Sanz (el de Palacio de Bornos), los Eguren, riojanos de Sierra Cantabria que por cierto han conseguido un vino deslumbrante, algún millonario americano, el madrileño Francisco Casas, e incluso Alejandro Fernández, el de Pesquera, se ha instalado a tiro de piedra de la DO. Una buena experiencia es la que ha realizado Telmo Rodríguez en la zona, con su Dehesa Gago, sin duda un excelente comienzo. El aporte de la sapiencia y el capital de los recién llegados ha sido como el maná para la zona. A su vez ha hecho de revulsivo entre los tradicionales. Manuel Fariña, Wences Gil y la sorprendente Cooperativa de Morales de Toro, están en la buena línea, así como Javier Marcos y Frutos Villar.
Otra D. O despierta al tinto. Se trata de Cigales. La que fuera en el pasado una comarca privilegiada y poseedora de apreciados vinos claretes, ha decidido pasar en bloque del rosado al tinto. Y es sin duda un acierto porque sus viñedos guardan nobles variedades como la Tinto fino o la Garnacha que debido a las especiales condiciones de la zona pueden dar tintos con mucha personalidad. Bien es verdad que salvo en algunos casos, los vinos acusan la falta de experiencia de las bodegas. Pero no cabe duda que hay calidad sobrada.
D.O. Toro
Vega de Toro
Numanthia 1998
18,5 Pura sutileza y complejidad, hay un conglomerado de pequeños frutos: la mora y el arándano ponen el contrapunto al toque mineral, a las finas y exóticas especias proporcionadas por la delicadeza hecha madera. En boca es opulento, concentrado, de un equilibrio perfecto y una estructura poderosa, pero nunca se muestra avasallador, mordiente, siempre seductor y elegante. 2002 a 2020.
B. Francisco Casas
Camparrón Crianza 1997
18 Es un vino armónico y expresivo, la madera toma protagonismo pero no es contundente. Estalla en una fruta madura y un tanino goloso en la boca, se prolonga y se hace apetitoso y envolvente con el poder que le da la carga alcohólica. 2000 a 2007.
B. Vega Sicilia, S. A.
Vega Sicilia 1999
17,5 El futuro de los grandes pasa por este momento. Realmente esplendoroso, tanto por sus atractivos colores, su gran abanico de aromas, desde las notas frutosas al precioso toque mineral, pasando por la complejidad de una exótica madera. Muy concentrado, su tanino maduro y granulado es tan suave que no se muestra agresivo en ningún momento de la cata. Si sigue la crianza en esa línea nos espera un vino de 20. 2003 a 2012.
B. Coop. Nuestra Señora de las Viñas
Gran Bajoz 1998
17 Muy elegante. Desde el mismo color cereza. De aromas muy persistentes, está bien presente la uva de Toro, realzada espléndidamente por una madera sutil, medida y plena de especias dulces (canela) y picantes (pimienta). El paladar se recrea en un complejo equilibrio a base de una acidez viva y un tanino finísimo que buscan la más pura armonía. 2000 a 2010.
Mauro
Viña San Román 1998
17 Un vino para la concordia, pura filigrana aromática. En él se exhibe el casis, la mora y un sutil recuerdo floral, todo dentro de una atmósfera singular proporcionada por la barrica (tostados, pimienta y vainilla), y en la cumbre, los aromas balsámicos. En boca no hace concesiones, es concentrado y amplio; su tanino bravo y firme le da una gran estructura. 2001 a 2012.
B. Vega Saúco
Wences 1998
17 Un proyecto de un magnífico futuro. Se trata de un vino con buen color, complejos aromas de frutillos de bosque debidamente entrelazados con los tonos de la madera. Muestra concentración y una espléndida estructura, un paso de boca bien equilibrado y carnoso. 2002 a 2010.
Dehesa Gago
Dehesa Gago Chamerlot 1999
16,5 Color cereza picota. De una limpieza aromática notable, la parte frutosa, principalmente frutillos negros, constituye el nervio central, se suma el toque mineral, con un fondo de pimienta y vainilla. Con cuerpo y carnosidad, en el paso de boca se goza de un tanino maduro, la excelente acidez limpia todo vestigio de dulzor o calidez por la elevada nota alcohólica, y tiene un final potente y aromático. 2000 a 2009.
B. Fariña, S. A.
Gran Colegiata Reserva 1994
16 Potentes aromas, un fondo de fruta roja bien engarzado con su espléndida madera, muy fina y bien dosificada. El vino llena el paladar con su tacto untuoso y deja una agradable sensación de finura. 2000 a 2007.
B. Coop. Nuestra Señora de las Viñas
Viña Bajoz Reserva 1995
16 Su buqué se edifica entre ese fondo de mora y la limpia y comedida madera, un toque mineral que le hace complejo. Opulento y sabroso, con el tanino un poco secante todavía, astringencia que se agradece si es para acompañar a un plato contundente. 2000 a 2007.
B. Francisco Casas
Camparrón Crianza 1998
15,5 Cereza y de capa media. La primera impresión tiene recuerdos de frutas en aguardiente, después da notas especiadas y fruta madura. Es un vino muy bien constituido, con cuerpo, carnoso y maduro. 2000 a 2002.
B. Francisco Casas
Camparrón Selección Roble 1999
15,5 Curiosamente los jóvenes de esta casa muestran una nariz más cerrada que el crianza. Como éste, muy expresivo sobre todo en boca, con el tanino bien definido, algo duro todavía pero con personalidad. 2000 a 2005.
B. Fariña, S. A.
Colegiata 4 meses 1998
15,5 Espléndido y frutoso, la mora juega un gran papel en sus potentes aromas, hay un leve toque de madera que aporta notas especiadas. Es muy sabroso y discurre pleno de cuerpo y carnosidad. Es un vino vivo y jugoso. 2000 a 2003.
Grandes Vinos
Envero 1994
15,5 Es un vino curioso, poco evolucionado. No muestra reducción en botella ni siquiera en el momento de abrirlo: sobresale su fruta madura sobre las notas de madera. También se aprecia el fondo frutoso en boca, con su pulida carnosidad en perfecto equilibrio con un tanino bien domado. 2000 a 2005.
Estancia Piedra
Estancia Piedra 1998
15,5 Tiene un color impresionante, cubierto, amoratado y con la lágrima bien teñida. La fruta (un fondo de mora y uva tinta muy madura) está muy bien conjuntada con los tostados de barrica, las notas especiadas y un toque mineral. Es sabroso y bien equilibrado. Un vino que se dejará beber pronto gracias a su tanino bien domado. 2001 a 2009.
B. Fariña, S. A.
Gran Colegiata Gran Reserva 1989
15,5 En nariz, parte de un buqué ya hecho, complejo, en el que destaca el cedro y la pimienta; este vino se disfruta en boca, con sus taninos pulidos, la sensación sedosa que envuelve el paladar y el volumen que aporta el alcohol. 2000 a 2005.
B. Frutos Villar
Gran Muruve 1994
15,5 Se aprecia una gran juventud en este tinto de espesos colores y aromas primarios intactos, bien arropados por una prudente madera. Muestra una estructura sólida, algo astringente y con un cuerpo envolvente y poderoso. 2000 a 2007.
B. Frutos Villar
Muruve 1999
15,5 Es un vino que sorprende por su muy buena expresividad, con mucha fruta acompañada de una madera estupenda (sobresale un toque de vainilla). Concentrado y vivo, los taninos todavía un poco ásperos pero apetitosos y densos dejan el paladar totalmente dominado. 2000 a 2004.
Bodegas Toresanas, S. L.
Amant 1999
15 Resalta su plena juventud en todas las fases de la cata, gusta su expresividad frutosa, el equilibrio de sabores y la sugerente carnosidad de tanino maduro. 2000 a 2002.
Bodegas Ramón Ramos
Monte Toro 1999
15 Un vino que se define con potencia y contundencia desde sus claros aromas de mora y su precioso toque de regaliz. Es robusto y sabroso pero no es basto, se prolonga en el paso de boca con armonía y equilibrio. 2000 a 2003.
B. Frutos Villar
Muruve crianza 1996
15 El color responde a un vino moderno, picota y bastante cubierto. En nariz destaca el perfecto equilibrio fruta/madera y la brillantez de su frutosidad. Es carnoso, muestra un tanino maduro y tiene un regusto ligeramente amargoso. 2000 a 2010.
Bodegas Javier Marcos, S. L
Taurus 1999
15 Este vino es difícil de ubicar en la comarca, entre otras cosas por su original fondo de fruta exótica que exhibe en nariz, al que acompaña una madera fina, especiada. En boca está bien equilibrado, con un tanino sedoso y aromático. 2002 a 2002.
B. Vega Saúco
Vega Saúco Crianza 1996
15 Hay que dejarlo respirar tranquilo, porque inmediatamente aparecerá un buen buqué complejo y potente. Su untuosidad envuelve el paladar y deja la boca golosa con el entramado del peso de la fruta y el tanino maduro. 2000 a 2007.
B. Vega Saúco
Vega Saúco Crianza 1991
15 Este vino está en el intermedio de dos etapas: la clásica y la actual. Pleno de frutillos (arándanos) y regaliz. Redondo y pulido, deja el paladar impregnado de un profundo buqué de crianza. 2000 a 2005.
B. Coop. Nuestra Señora de las Viñas
Viña Bajoz Crianza 1996
15 Un fondo de vainilla envuelve su frutosidad sin agobiar, y muestra un poderío de aromas importante. Es algo brusco todavía, poco tratable por culpa de esos taninos maduros pero algo secos que necesitan mucho tiempo en botella. 2001 a 2007.
Coop. Vino de Toro
Gran Cermeño Crianza 1997
14,5 Aroma frutal dominante, ciertas notas lácteas y un fondo especiado de la madera. Es potente en el paso de boca a pesar de su tanino pulido, potencia en parte proporcionada por su alcohol. 2000 a 2005.
Coop. Vino de Toro
Marqués de la Villa Reserva 1996
14,5 Posee un buqué de crianza complejo, donde se aprecian las notas de tabaco, café, cuero y vainilla, todo ello muy fino y persistente. En boca muestra un equilibrio y una estructura loables porque se puede beber en estos momentos, pero con un futuro prometedor. 2000 a 2007.
Coop. Vino de Toro
Cermeño 1999
14 Algo abierto de color, con potentes aromas, donde destacan sugerentes notas florales y la fruta fresca. En boca es ligero y jugoso, con una adecuada acidez que alarga el trago. 2000 a 2001.
Vega Pisuerga
Malvanegra 1999
14 Es un vino muy tradicional de la zona, con los tonos típicos vegetales unidos a cierta frutosidad. Es carnoso y se queda algo corto; un final agradable y fácil de beber. 2000.
D.O. cigales
Bodega Traslanzas
Traslanzas 1998
16,5 Resalta la mora y los arándanos maduros y recuerdos dulces, bien acompañados de una madera muy fina. De un progreso excelente: en unos meses se han pulido sus taninos y se aprecia mejor su estructura. 2000 a 2009.
Frutos Villar
Calderona Crianza 1997
16 Excelente color cereza y de capa media. Fruta madura con notas especiadas. Limpio y potente, se expande por el paladar y se alarga hasta su aromático final. A punto para su consumo. 2000 a 2009.
Emeterio Fernández
La Legua Crianza 1997
15,5 Aromas balsámicos que acompañan a los frutosos de mora, propios de la Tempranillo. Buena armonía en boca, tanino pulido y un limpio final donde se perciben las notas de frutas y tostados. 2000 a 2007.
Lezcano La Calle
Lezcano Crianza 1997
15,5 Rojo picota. Todavía le falta crianza en botella, pues domina una fruta clara y rotunda que recuerda a las ciruelas y las grosellas. Es carnoso en boca, con los taninos un poco «tiesos», razón de más para que se le guarde sin remilgos en la bodega. 2001 a 2010.
Frutos Villar
Calderona Reserva 1995
15 Todavía no ha salido al mercado, está reposando en el fondo de la bodega de crianza, por lo que sus aromas, todavía están un tanto indefinidos. Muy bien en boca, carnoso, con cuerpo y estructura dará bastantes satisfacciones en el futuro. 2001 a 2011.
Emeterio Fernández
Valdetán Maceración Carbónica 1999
15 Mantiene los colores y los aromas propios de la maceración casi intactos, gusta el toque floral insertado en las notas frutosas. Ligero y fresco en boca, con un final muy agradable, potente y fragante. 2000 a 2001.
Hijos de Félix Salas
Félix Salas Crianza 1998
14,5 Madera avainillada en su buqué de crianza. El efecto en la nariz es de limpieza no obstante. Bien estructurado en boca, pero de nuevo la madera surge y deja un rastro secante en el paladar. Ganará cuando se pula esta sensación con un tiempo en botella. 2000 a 2009.
Emeterio Fernández
Valdetán 1999
14,5 Rojo cereza. No tiene los aromas tan frescos como su hermano de maceración carbónica, pero presume de un interesante fondo de mora limpio y atractivo. Es sabroso y está bien equilibrado, con un recorrido justo y deja un paladar muy agradable. 2000 a 2000.
Hijos de Félix Salas
Félix Salas 1999
14 Rojo rubí, algo abierto de color pero brillante. No es muy potente de aromas, recuerda a la mora y resalta un toque tostado. Es ligero, inquieto y fresco en el paso de boca, con un final muy agradable. 2000 a 2000.