- Redacción
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- 2010-03-01 00:00:00
Contaba hace años el gran enólogo Jaume Rovira que los primeros esquejes de Cabernet que se plantaron en la finca de Torrelavit, en pleno Penedès, llegaron de “contrabando”. Entre risas relataba las vicisitudes que tuvieron que pasar él y el propio Jean Leon en Burdeos, recopilando sarmientos entre viñedos de los châteaux de Medoc, a la luz de la luna, como verdaderos maletillas enológicos, para obtener la madera que a la postre daría la primera viña de Cabernet española de los tiempos modernos. Fue a finales de los cincuenta del pasado siglo y esos pasos iniciales dieron lugar al espléndido viñedo de casi 70 hectáreas que actualmente vegeta en la propiedad Jean Leon. Los sueños del animoso montañés se hicieron realidad por fin, sus vinos triunfaron en Hollywood, aunque lo más difícil estaba por llegar: introducir en el gusto español los tintos que se elaboraban por aquellos años en su bodega, no siempre comprendidos por su carácter netamente bordelés, en claro contraste con el paladar del consumidor, acostumbrado a vinos mucho más suaves, amables y con la presencia de una sempiterna madera que cubría casi todo el panorama aromático. El tiempo le otorgó la razón, como suele pasar con todo emprendedor imaginativo, y en la actualidad sus vinos se encuentran entre los favoritos del buen conocedor. De aniversario 40 años después la casa quiere conmemorar aquella aventura con un tinto muy especial. Un Cabernet de la añada 2003, elaborado con las uvas de las hoy cepas adultas y ex profeso para celebrar el inicio de la aventura. Se realizó con la materia prima una exhaustiva selección, tanto de uva como de barricas, para elaborar un excelente vino y celebrar el cuadragésimo aniversario. La casualidad quiso que en 2003 Xavier Robiras, el actual enólogo, se incorporase a la empresa y fue la primera cosecha que elaboró en Jean Leon, junto a Jaume, ahora ya jubilado (aunque, según cuentan, con mucha nostalgia, tanta que rara es la semana que no acude a la bodega). Es un vino intenso, complejo, carnoso y aterciopelado. Lo que importa es la calidad que muestra, aunque acaso se mire también la mise en place como un modo de resaltar lo excepcional. La botella es sencillamente espectacular, grabada a mano, y quizás nos pueda recordar a una de las vidrieras de la Cripta Guell. Un vino hecho y pensado para ser bebido por los coleccionistas. Tanto, que así se llama. Jean Leon Reserva 2003 Edición Especial Coleccionista D.O. Penedès Jean Leon. Tel. 93 899 50 33 www.jeanleon.com. Precio: 39 E.