- Redacción
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- 2009-10-01 00:00:00
Manuel Manzaneque (hijo) no cabía en sí de gozo. Después de tres vendimias de llevar en solitario la enología de Finca Élez, aquellas uvas eran diferentes a las de otras cosechas. Acumulaban esas virtudes que todo buen enólogo desea para elaborar el vino de su vida, ese que después de una prolongada carrera apenas se puede conseguir unos años. Y es que 2007 en aquellos montes del Bonillo, a más de mil metros de altitud, fue de los llamados difíciles, pero que para variedades que se sienten como en casa con mucho frescor (como la Chardonnay) son ideales. Comenzó el año con nieves invernales y la primavera resultó lluviosa y fresca. Un verano variable pero sin altas temperaturas y, sobre todo, en la época del inicio de la maduración de la uva, las noches se volvían tan frías que invitaban a llevar una bienhechora prenda de abrigo. De esa manera se alargó el ciclo y hubo una maduración completa en toda la viña. Ante tal regalo se propuso hacer un vino especial con los mejores racimos, que casi siempre los suministra la viña Vieja (que se encuentra ubicada en lo más alto del terreno donde está el viñedo). Aun así hubo una selección de bayas que fueron sometidas a maceración pelicular durante 12 horas. Después los mostos fermentaron en barricas de roble francés (Troncais, Allier y Nevers) y en ellas siguieron su crianza sobre sus lías finas durante doce meses. Todo un logro, porque el vino ha resultado elegante, frutoso, mineral, bien estructurado, de excelente acidez, aromático y armonioso. Más parecido a los blancos del centro de Europa que a la saga mediterránea. Pero un problema viene a complicar la vida a los asiduos lectores de esta sección, amén del viejo y consabido de la escasez de botellas (apenas 2.000). Y es la óptima esperanza de vida que muestra este Chardonnay. Porque si se consume ahora, el afortunado propietario de la botella se perderá el posterior perfeccionamiento del vino, el desarrollo de un complejo buqué. Ese que con las relevantes perspectivas que muestra hace concebir al menos ocho años de magnífica evolución. ¿Qué hacer? ¿Dar rienda suelta a la curiosidad y beberse la botella por si acaso un golpe de calor acaba con la esperanza? ¿Dejarla pacientemente en lo más profundo de la bodega para que no haya tentaciones? Chi lo sà? Aunque seguramente de las dos maneras se disfrutará de un vino muy especial. Manuel Manzaneque Chardonnay Especial 2007 D.O. Finca Élez El Bonillo (Albacete) www.manuelmanzaneque.com Precio: 32 E.