- Redacción
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- 2009-03-01 00:00:00
Una vez más el arte del diseño y el de hacer vino se unen para gozo del degustador esteta. Y dónde mejor que en ARCO (la Feria Internacional de Arte Contemporáneo de Madrid). Elena del Ribero, artista valenciana autora de obras tan sensibles como su serie Cartas a expuesta hasta en el MoMA neoyorquino. La creadora se ha cobijado en el espíritu de varias heroínas para realizar esas cartas. Acomete este proyecto inspirada en la parisina historia medieval, triste y terrible, de los desgraciados amores de Heloïse y Abelardo, a los que el destino juega una mala pasada cuando los une en casa de Fulberto, tío de ella. Abelardo ejerce de profesor, Heloïse es todavía adolescente y en seguida la pasión hace estragos en sus almas, como narra el maestro en sus memorias, Historia Calamitatum: “Los libros permanecían abiertos, pero el amor más que la lectura era el tema de nuestros diálogos, intercambiábamos más besos que ideas sabias. Mis manos se dirigían con más frecuencia a sus senos que a los libros”. La narración acaba con los protagonistas encerrados en sendos monasterios. Sólo los mantuvo vivos su relación epistolar.
Alrededor de esta obra, la sutil inspiración de la artista valenciana ha vestido 206 botellones elaborados en el Señorío de Arínzano, la joya de la corona de la casa Julián Chivite. Ella ha diseñado desde el original (y complicado) estuche que protege el mágnum hasta la artística etiqueta revestida de pan de oro. Así, el Sangre de Heloïse Mágnum 2002 se convierte en una de esas obras catalogadas como “arte útil”, obras que se pueden palpar, oler, comer o beber. En este caso, tan sumamente escasa que sólo unos pocos privilegiados la podrán conseguir.
Pero un mal pensamiento nos reconforta a los miles de estetas, gastrónomos, sibaritas y demás frustrados que ni soñamos con alcanzar, por una u otras circunstancias, el preciado mágnum. Y es que su consumo lleva implícita la pena de quedarse sin la obra de arte, de cada una de las 206 obras de arte, víctimas de su golosidad e impaciencia. ¿Pero de verdad nuestra envidia tendrá premio? Pues no, la casa Chivite lo tiene todo controlado. Ha previsto estas y otras dudas. A los felices poseedores de estos mágnum les ofrece la oportunidad de rellenarles la botella con vino de la misma cosecha, una vez disfrutado el original. El arte también se puede beber.
La Sangre de Heloïse 2002 Mágnum
Vinos de Pago Arínzano
D.O. Pago de Arínzano
Precio: 300 E.
