- Redacción
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- 2007-02-01 00:00:00
Los amantes del Montrachet, del Chablis, o de la “Côte des Blancs” champenoise, pueden sorprenderse sin recato. Una misteriosa fábula sitúa el nacimiento de la Chardonnay, la perla madre de las uvas blancas, en las islas del Mediterráneo oriental. Cuenta que a uno de los favoritos de la reina de Francia, Blanca de Castilla, cogido in fraganti, le “sugirieron” que se presentara voluntario a luchar en las cruzadas, empresa colmada de dificultades sin cuento y de la que no era fácil volver. Sin embargo aquel valiente cruzado no solo sobrevivió, sino que trajo a su vuelta uno de los regalos más valiosos que cualquier amante del vino haya donado a su país: unos sarmientos de Chardonnay, seducido por sus maravillosos vinos, degustados por él en Chipre, en una de las escalas del viaje de vuelta. La variedad reina halló su expresión máxima en las frías tierras de Borgoña o de Champagne, pero… ¿y si la cepa una vez devuelta a sus raíces quisiera compensar a los aficionados ribereños los siglos fuera de su lugar de origen, rememorar glorias pasadas bajo la espléndida luz mediterránea? Esto es al parecer lo que ha sucedido en Mallorca, en aquellas llanuras del “Pla” manacorí, donde trabaja siempre ilusionado Miquel Gelabert. Sus blancos deslumbran, su Chardonnay se basta para contarle al mundo que, con inteligencia, se puede hacer un gran vino en casi cualquier clima. Decidido Miquel a dar otra vuelta de tuerca a su ya espléndido Chardonnay, ha realizado una selección de los mejores racimos de su viña de Sa Vall para elaborar con ellos un blanco muy especial y así conmemorar el veinte aniversario de su bodega. Eligió cuatro barricas (de las siete con que contaba en principio) francesas y nuevas, de tres toneleros distintos para dar mayor complejidad al vino. De esta experiencia le salieron poco más de mil magníficas botellas, vestidas con su cálida etiqueta que reproduce la obra de la pintora Blanch Schneider “Los amantes en la playa”. El objeto de deseo es un vino complejo y elegante. Según el autor, pensado para “la gente que sabe de vinos”. Las fábulas nos hacen sonreír, animan la afanosa vida real, la ilusionan incluso. Pero la realidad determina que únicamente el trabajo, el esfuerzo y el modo de entender la viticultura de gente sabia como Miquel Gelabert, consiguen que la Chardonnay se exprese de forma tan sutil en el soleado microclima mediterráneo. Miquel Gelabert 20 Aniversari 2005 Vins Miquel Gelabert Sales, 50 – 07500 Manacor (Illes Balears) Tel. y Fax 971 82 14 44 vinsmg@vinsmiquelgelabert.com Precio: 32 euros