- Redacción
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- 2006-04-01 00:00:00
La historia de este vino se puede catalogar de resistencia heroica. Porque nació por puro sentido de la defensa del terruño, además de por orgullo. La tozudez de un viticultor como Juan Miguel Fuentes hizo que se salvaran algunos majuelos viejísimos de una zona privilegiada. Los vaivenes tan descontrolados que provoca el precio de la uva, hace inviable que viñedos, cuyo rendimiento apenas pasa de 500 gramos por cepa, se pudiesen conservar por razones económicas: dan más trabajo y un mínimo rendimiento. Con estos argumentos solo había dos opciones: o arrancar las viejas viñas o dar el salto a elaborar su propia cosecha. Una vez tomada la decisión heroica, llegó a un acuerdo con el ingeniero agrónomo Esteban Sánchez y el enólogo Benjamín de Paz, ambos como él de Zamora. Y en un pequeño lagar, con solo unos depósitos de acero inoxidable y algunos utensilios imprescindibles, comenzaron la aventura de alumbrar el nuevo vino. Contaban con la ventaja de poder utilizar una de esas cuevas excavadas en la tierra, que ya escasean intactas en la comarca, sostenidas por enormes piedras de sillería formando una bóveda sobrecogedora. Allí las condiciones de temperatura y humedad son constantes todo el año. Como un tesoro escondido, el vino en aquella cripta se encuentra en plenitud, criándose en barricas nuevas, del mejor roble francés, orgullo de los toneleros de moda en Francia. De esa manera, una pequeña localidad como es Cabañas de Sayago, en plena tierra del vino zamorana, sin historia vitivinícola relevante, se puede encontrar un vino que rivaliza con los mejores, expresivos y modernos vinos de España. Ellos hacen no más de 16.000 botellas, pero de este Dominio de Sexmil Summa solo hay 600 botellas. Es un vino de sus viñedos más viejos, un Tempranillo que ha necesitado 18 meses de crianza en las barricas nuevas para poder domeñar su poderío. Sus potentes aromas de frutillos negros, especias y recuerdos minerales se apreciarán mejor si se le deja respirar en un decantador durante un tiempo, porque está pensado para consumir dentro de unos años. En la boca se manifiesta intenso, contundente y con un tanino muy maduro, con mucha vida por delante. Obligatorio abrirlo con mucha antelación. Incluso le vendrá bien de un día para otro. Aunque puede ser una quimera, pues con las pocas botellas que quedan será muy difícil que alcance la plenitud. Ya se sabe que la paciencia no suele ser virtud en los buenos conocedores. Sexmil Summa 2003 Alter Ego Bodegas de Crianza Larga, 12 Cabañas de Sayago (Zamora) Tel. 980 377 820 Vino de Calidad la Tierra del Vino de Zamora Precio 60 ?