- Redacción
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- 2000-10-01 00:00:00
Ahora, los excesos de los últimos años se los están pagando a Burdeos con la misma moneda. Dado que las últimas añadas (especialmente la del 97) salieron al mercado a precios excesivos, los comerciantes y los periodistas están haciendo causa común contra los Châteaux. Afirman que el 99 sólo es «entre correcto y bueno», luchando así por obtener mejores precios. Esto último resulta muy positivo; pero lo primero no hace honor a la verdad porque muchos vinos de 1999 están muy conseguidos y son mejores que los de la cosecha anterior. La tendencia en Burdeos apunta hacia viñedos cultivados de forma cada vez mejor y más natural, hacia más terruño, es decir, más autenticidad y originalidad en los vinos. Se está imponiendo la conclusión de que, en una época en la que todos se pueden permitir el mejor enólogo y la última maquinaria de vinificación -no sólo en Burdeos sino en todo el mundo- sólo hay algo que diferencia a un vinicultor de otro: el viñedo. El año 1999 -como prácticamente todos los años desde comienzos de la década- trajo lluvias justo en el momento de la vendimia, lo que acabó con las esperanzas de un año grandioso. Una vez más son excelentes los blancos dulces de Sauternes/Barsac que, como en 1997, poseen plenitud y casta. Un detalle importante: en la valoración que sigue he concedido una importancia menor a la riqueza de extracto de las muestras. Lo principal fue la frescura de la fruta, la finura de los aromas, el equilibrio, la elegancia. Esto suele caracterizar a los mejores crus del corazón de Pomerol y de la dinámica appelation de Margaux. También resultaron notables los mejores Fronsac y crus burgeois del Médoc. Pero, en realidad, casi todas las regiones ofrecen un par de vinos conseguidos… Sólo hay que apartarse de las minicuvées de Saint-Emilion, exageradamente alabadas y horriblemente caras. Y una advertencia más: de la cata -muy numerosa- hemos traído a estas páginas solamente los vinos que a nuestro juicio presentan la mejor relación calidad/precio.
Haut Médoc
Irregular, en función del terreno y el grado de maduración. Muchos vinos suaves, de densidad media, equilibrados y en todo caso algo alcohólicos, que alcanzarán relativamente pronto su punto de madurez óptimo. En el sur del Haut Médoc hay algunos vinos muy agradables, especialmente entre los crus classés. Una compra en primeur sólo merece la pena en las tres o cuatro marcas más conocidas.
Château Sociando-Mallet
16,5 A Jean Gautreau no le gustan los volúmenes de producción bajos obtenidos artificialmente. Prefiere vendimiar lo que considera razonable y apuesta por el refinamiento y el equilibrio, no por una concentración llamativa. No es tan reservado como los vinos de la década de 1980, por lo que resultará agradable en un plazo relativamente corto. 2006 a 2015.
Château Cantemerle
15 Fiable, amable y elegante: abundante fruta madura, taninos suaves bien ligados. 2006 a 2012.
Château La Lagune
15,5 Pura frutosidad y frescor, con taninos suaves y sedosos, final fresco y franco: posee la elegancia de un Margaux. Muestra de barrica. 2005 a 2010.
Moulis
Algunos vinos muy agradables por su equilibrio, al estilo de los Margaux. La mayoría sólo se comprarán una vez embotellados, pero los dos más conocidos pueden muy bien adquirirse en primeur si es uno aficionado a ellos.
Château Poujeaux
15 Nariz ahumada; muy equilibrado en boca, frutosidad agradable, taninos bien ligados apenas amargos; tan fiable como siempre. 2005 a 2012.
Château Chasse-Spleen
15,5 Otro vino que no brilla por la sobreextracción, sino por su elegancia. Aromas sutiles, taninos vivos y apetitosos, final de pomelo rosa. 2008 a 2015.
Margaux
A semejanza de 1996, las tierras de Margaux, de maduración más temprana, se vieron ligeramente favorecidas con respecto a las otras denominaciones del Médoc. Pero esa no es la única explicación de la excelente valoración de esta extensa zona. En Margaux, en muchas empresas ha tomado el timón una nueva generación que mantiene un activo intercambio de experiencia, y vuelve a dar importancia al terreno. El resultado son unos vinos dinámicos, técnicamente perfectos, que poseen elegancia y frescura. En Margaux, el 99 es un año de Cabernet Sauvignon: por ello, los vinos resultan más refinados y con casta que exageradamente firmes y potentes. Lo que resulta especialmente positivo es que muchos de estos vinos en ascenso (o en recuperación) también presentan un precio correcto. Igualmente agradable es el renacimiento -después de una breve travesía del desierto- del cru burgeois Monbrison, que vuelve a estar entre los primeros. Merece la pena comprarlo en primeur…
Château Monbrison
16,5 La perfecta combinación de jugosidad y elegancia:
saúco y frambuesa, frutosidad agradable y viva, rico, elegante, taninos magníficos y frescos. Una gozada. 2005 a 2015.
Château Brane-Cantenac
15,5 Una compra que merece la pena; tentadoras notas frutales, buena concentración, taninos refinados y con casta, compacto sin sobreextracción. 2008 a 2015.
Château Cantenac-Brown
15,5 Mejora de año en año y tiene los 16 puntos al alcance de la mano. Floral, complejo, fruta jugosa y apetitosa, taninos suaves y frescos apenas ásperos; apuesta plenamente por la elegancia y el equilibrio. 2005 a 2010.
Château Desmirail
15,5 Hace tiempo que tengo una debilidad incontenible por este vino amabilísimo. Este año resulta especialmente logrado: posee una frutosidad delicada, taninos suaves sin ninguna dureza, con mucha frescura y elegancia. 2004 a 2010.
Château Durfort-Vivens
16 Uno de mis favoritos de este año. No concentrado ni superficial, sino refinado y profundo. Con casta y duración, taninos apetitosos perfectamente ligados, extraordinaria frutosidad. 2006 a 2015.
Château Ferrière
16 La nariz, totalmente destinada a gustar, desarrolla también componentes florales tras la aireación; denso, jugoso, taninos ásperos; nota final ligeramente amarga, excelentemente trabajado, con frutosidad fresca. 2006 a 2012.
Château Rauzan-Ségla
16,5 En este vino todo resulta impresionante: la nariz seductora con recuerdos de peonías y cerezas, la textura aterciopelada, la frutosidad jugosa, los taninos apetitosos apenas amargos, maduros pero frescos.
2006 a 2015.
Château Palmer
18 Después de dos años de vinos «sólo» muy buenos, volvemos a encontrarnos con un gran Palmer. Un vino que no impresiona por su extracto, sino por su frutosidad y sutileza, con taninos de incomparable casta y frescor. Aquí no se ha echado mano del concentrador, ni ha habido ningún otro tipo de concentración ni chaptalización en bodega. Únicamente el jugo natural de las uvas perfectamente maduras de un gran terruño. 2008 a 2025.
Château Margaux
18,5 Posee la nariz seductora de los grandes Margaux, con notas de violeta y frambuesa; taninos de una excelente calidad, de gran finura y frescor: resulta extraordinariamente agradable. 2006 a 2020. El segundo vino, Pavillon Rouge, obtuvo una valoración de 15 puntos: fresco, afrutado, suave, con taninos afiligranados. 2005 a 2012.
Saint-Julien
Ha sido éste el municipio del Médoc con el resultado más irregular. A menudo, los vinos se muestran algo quebradizos y excesivamente alcohólicos. Naturalmente, la crianza los hará más equilibrados, y dentro de un par de años resultarán muy agradables. La compra en primeur sólo merece la pena en las marcas más conocidas (en el mejor de los casos). Del resto se comprarán un par de botellas una vez envasados.
Château Léoville-Barton
17 Es sorprendente cómo esta finca consigue cosechar unas uvas excelentes año tras año. Todo es bueno en este vino: la extracción, la madera, la calidad de los taninos, la densidad y la plenitud. Sólo el alcohol resulta algo molesto en esta fase. 2006 a 2010.
Château Léoville-Las-Cases
17,5 Nariz seductora de gran finura; en boca sorprende por su casta, con taninos jugosos y frescos sin ninguna dureza, acidez perceptible, apuesta por el equilibrio y no por la sobreextracción; con la madurez se convertirá en un vino refinado y elegante. 2010 a 2025. El segundo vino, Clos du Marquis, obtuvo una puntuación de 15,5: áspero, taninos angulosos y vivos, propios del Cabernet, con mucho carácter. 2008 a 2015.
Pauillac
No muy uniforme. Los esfuerzos en los viñedos se han notado más que los realizados en la bodega… Sólo lograron vinos interesantes y armoniosos quienes controlaron el volumen, seleccionaron la cosecha y vinificaron con mucha sensibilidad. También en esta zona, y con carácter general, tuvieron ventaja los terrenos de maduración temprana. Sólo deben comprarse en primeur los mejores vinos.
Château Pichon-Longueville Baron
17,5 Frutosidad apetitosa, frescura y casta increíblemente abundantes, concentración buena pero no exagerada, taninos ásperos, francos y vivos, sin exceso de alcohol; sorprendente y agradable. La buena nota se debe a la elegancia que presenta en la actualidad este vino -en el pasado algo ostentoso- y a su frutosidad dinámica. Aquí, la perfecta técnica de vinificación aparece ya exclusivamente como un medio destinado al fin de embotellar con la máxima pureza la excelente calidad de las uvas. 2008 a 2025.
Château Mouton-Rothschild
18 Este año, Mouton -que durante un tiempo fue el patito feo entre los Premiers crus- se mete a todos en el bolsillo. La tendencia de los últimos años confirma que la finca Rothschild vuelve a tener un magnífico nivel. El vino del 99 es sensual y seductor, con aromas de flores, almizcle y especias y una textura madura, intensa y plena. 2008 a 2025. El segundo vino, Petit Mouton, obtuvo 14 puntos: bastante elegante y suave, taninos ásperos. 2003 a 2007.
Saint–Estèphe
Resultados no homogéneos, igual que en Pauillac, con algunos vinos magníficos y otros muchos que «sólo» son fiables. También aquí, el trabajo en el viñedo y la sensibilidad en la bodega fueron premisas imprescindibles para obtener vinos equilibrados. Los mejores son especialmente elegantes y llenos de finura, con taninos suaves, discretos, pero con una base sólida. Probablemente alcancen su madurez antes que los del 98 y duren lo mismo que éstos. Estudie a fondo los precios y compre sólo las dos o tres mejores marcas.
Château Phélan Ségur
17 Uno de los vinos más francos e inteligentes de toda la cata. Tiene exactamente los taninos propios de esta añada, es a la vez fresco y suave, y sin embargo firme, sin exceso de alcohol ni extracto, con frescura y casta y aromas seductores (chocolate, cerezas, ciruelas pasas): todo un ejemplo. 2010 a 2020.
Cos d’Estournel
17,5 Menos marcado por la madera que en los últimos dos años, vuelve a un estilo comprometido con la finura y la elegancia: un vino de extraordinaria precisión, digno de su rango. Taninos de calidad extraordinaria para esta añada, frutosidad, frescor y casta. 2008 a 2025. El segundo vino, Les Pagodes de Cos, obtuvo 14 puntos: suave, pleno. 2003 a 2006.
Fronsac
El viento y la orografía también contribuyeron en 1999 a que en este triángulo de colinas pudieran vendimiarse unos vinos muy agradables. Como siempre, los mejores vinos en cuanto a relación calidad/precio proceden de esta zona. Aquí, sin duda, merece la pena una compra en primeur.
Château Barrabaque Prestige
15 Un vino que debe gustar a todo el mundo. Bien hecho y con un precio atractivo, con taninos suaves y frutosidad fresca. 2003 a 2007.
Château Villars
15,5 Más fruta que ningún otro, y taninos con casta bien ligados, aún algo rugosos. Posee todas las condiciones para convertirse en un vino elegante, equilibrado y amable. 2006 a 2015.
Château Dalem
16 El veterano maestro Michel Rullier se mete a todos en el bolsillo y demuestra a los jóvenes cómo hay que hacer las cosas. Excelente presentación, abundante frutosidad fresca, taninos maduros perfectamente ligados. 2005 a 2015.
Château Fontenil
16 De expertos para expertos: gracias a la perfección de la uva vendimiada y al tremendo esfuerzo de calidad, el vino de Dany y Michel Rolland se cuenta este año entre las mejores compras de Fronsac (aunque no resulta precisamente barato). Magnífica frutosidad, taninos maduros con casta, refinado, denso, pleno. 2005 a 2012.
Château Moulin-Pey-Labrie
16 Interesante nariz ahumada, fruta jugosa, taninos ásperos pero perfectamente ligados, redondo y maduro; posee casta y elegancia. 2005 a 2012.
Château Moulin-Haut-Laroque
17 Excelente también este año: el MHL más elegante de los que he catado nunca en primeur. Justo la extracción correcta, taninos de finura escogida, fruta gustosa increíblemente delicada. 2006 a 2020.
Pomerol
Este año, los Pomerol más interesantes proceden del llamado Plateau, y más concretamente de la zona Petit Village - La Conseillante - Vieux Château Certan. Por lo tanto, los mejores vinos no están muy lejos de los del 98, que resultaron aquí especialmente logrados. Sin embargo, la diferencia entre los mejores y el resto es, en ocasiones, significativa. Quienes apostaron por un extracto elevado no tuvieron ninguna oportunidad este año, y produjeron vinos que tal vez impresionen en su primera juventud, pero que envejecerán muy mal. Estudie los precios con especial detenimiento y compre sólo aquellas marcas logradas y no excesivamente caras, o bien las tres o cuatro más conocidas que son escasas, por lo que siempre estarán muy buscadas.
Château Beauregard
15,5 Agradablemente fiable, y por tanto recomendable también este año; frutosidad madura, maderas bien integradas, taninos agradables tan densos como frescos. 2004 a 2010.
Château La Fleur Petrus
16 Uno de mis favoritos en Pomerol; aterciopelado y fino, apoyado por una sólida estructura de taninos, final magnífico con notas de ciruelas pasas y cerezas: un vino muy agradable. 2006 a 2015.
Château Petit Village
16 Hacía mucho que no se mostraba tan agradablemente equilibrado y elegante: es fresco, pleno, maduro, denso y prolongado, con taninos vigorosos y compactos. 2006 a 2015.
Château La Conseillante
18 Necesita algo de paciencia, en vista de lo cerrado de la muestra. Sin embargo, después se entrega uno plenamente a él: infinitamente fino, delicado, frutosidad tan fina como la de un borgoña, aunque es gustoso, jugoso, pleno y prolongado; los que necesiten consuelo lo hallarán con toda seguridad en este vino. Por desgracia, no sólo es extraordinariamente bueno, sino también extraordinariamente caro. 2010 a 2020.
Vieux Château Certan
18 Impresiona por la finura de los aromas, con componentes frutales y florales, mientras que en boca es extraordinariamente jugoso, fresco, elegante, denso y largo; sencillamente magnífico, uno de los mejores vinos del año. 2008 a 2020. Caro.
Saint-Emilion
Parece que la naturaleza hubiera querido dar una lección a los vinicultores de Saint-Emilion. El año 1999, con sus peculiares características meteorológicas y el granizo caído poco antes de la vendimia, que dañó fincas conocidas como Angélus, Canon, las dos Beauséjour y Clos Fourtet, no sólo enseñó a los productores que en Saint-Emilion hay terrenos grandes y no tan grandes. También mostró que los trucos de bodega (hiperoxigenación, concentración mediante diversas técnicas y todos los demás artificios que suelen sacarse de la manga los aprendices de brujo de la vinificación) no bastan por sí solos para hacer grandes vinos. Sólo quienes trabajaron óptimamente en el viñedo pudieron producir vinos interesantes. Este año, los vinos de garaje (cuvées de alta categoría con producciones mínimas y precios exorbitantes) parecen antiguos… El granizo del 5 de septiembre, que obligó a las fincas afectadas a vendimiar antes sus viñedos, tuvo al menos una cosa buena: demostró que no siempre hacen falta uvas sobremaduradas para obtener vinos equilibrados. Porque precisamente entre los afectados se encuentran algunos vinos muy agradables, elegantemente frescos y afrutados. Estudie las ofertas en primeur con mucho cuidado y compre sólo en caso excepcionales.
Château Tertre Rôtebœuf
17 Gustoso y sensual, según lo habitual en esta finca: frutosidad delicada y tentadora, de taninos suaves pero sólidos y de gran finura, sin alcohol dominante. 2006 a 2015.
Château Angélus
17,5 A pesar de los importantes daños por el granizo, se ha vuelto a lograr un vino excelente. De extraordinaria finura, con frutosidad delicada y fresca, taninos densos, finos y sedosos y final largo dominado únicamente por la fruta; armonía escogidísima. 2006 a 2015. El segundo vino, Le Carillon (50% de la cosecha) obtuvo una puntuación de 15: denso y compacto, con estructura presente algo angulosa. 2005 a 2010.
Château Ausone
19 El mejor vino del año. Ya la nariz es tentadora, con sus notas de especias, flores y hierbas; en boca es como un acorde de órgano que va aumentando lentamente de intensidad: dinámico, pleno, redondo, profundo e interminable, taninos de calidad extraordinaria. 2010 a 2030. Muy caro.
Pessac–Léognan tinto
Taninos no siempre óptimamente maduros, textura líquida. Desequilibrio entre el extracto y el alcohol: falta armonía. La culpa es de los elevados volúmenes de producción, que no siempre estuvieron bajo control. La compra en primeur sólo puede recomendarse realmente en el caso de las dos o tres marcas más conocidas.
Pessac–Léognan blanco
En conjunto, los blancos secos están más logrados que los tintos, poseen extracto y también acidez. Sin embargo, las diferencias de una finca a otra son notables. La compra en primeur sólo merece la pena en el caso de Laville y Domaine de Chevalier, por su rareza.
Domaine de Chevalier
18,5 Agradablemente recatado y lleno de finura en el buqué, con aromas florales tentadores y delicados; magnífica aspereza en boca, con frutosidad excelente, fresca y jugosa, rico e interminable; uno de los pocos blancos grandes de la región bordelesa. 2010 a 2020.
Château Laville-Haut-Brion
19 Sencillamente maravilloso; de increíble casta y densidad, con acidez marcada y despierta, lo que lo hace muy, muy largo y denso; excelente, madurará magníficamente. 2008 a 2030.
Sauternes y Barsac
Al igual que el 97, el 99 fue un año excelente en Sauternes y Barsac, con vinos que se caracterizan tanto por su frescura y casta como por su frutosidad y plenitud. A la vista de la bajada de los precios, merece la pena la compra en primeur, sobre todo si se reparten una o dos cajas entre varios amigos.
Château Clos Haut-Peyraguey
17 Nariz botrítica muy prometedora: pleno y denso, jugoso, lleno, largo. 2015 a 2030.
Château de Malle
17 Un vino muy prometedor: como siempre con abundante extracto de fruta, nariz recatada ligeramente botrítica. 2008 a 2020.
Château Guiraud
17 Un vino totalmente fiel a su estilo opulento y pleno; nariz desbordantemente rica, con melocotón, vainilla y albaricoques secos; pleno, oleoso, muy duradero. 2010 a 2030.
Château La Tour-Blanche
17 Nariz de botritis; pleno y abundante en boca, con casta y gran duración, aparece una nota final agradablemente amarga; un vino excelente con tanta casta como riqueza. 2010 a 2030.
Château Doisy Daëne
17,5 Sencillamente magnífico: nariz de frutos exóticos maduros, compota de ciruelas amarillas con canela; abundante dulzor jugoso y oleoso, posee al mismo tiempo casta, frescura y duración. 2008 a 2030.
Château Coutet
18 Mejora de año en año: prometedora nariz fresca y compleja, con notas de botritis, componentes florales y especiados, tabaco, almendra, humo; fruta jugosa en boca, con casta, densidad y duración, agradable nota amarga; un vino excelente con un magnífico potencial, que no sólo impresiona por la dulzura sino por su frescor y casta. 2008 a 2030.
Château Doisy-Védrines
18 Impresionante casta: nariz magnífica con notas frutales y botríticas, lleno de jugo, plenitud y casta, magnífico final de pomelo: excelente. 2008 a 2030.
Château Climens
19 Cata de todos los lotes de barrica antes del assemblage definitivo. Una vez más, en Climens reposan unos vinos de base de magnífica calidad. Los buenos gustan por su textura oleosa y sus aromas seductores afrutados y flurales, mientras que los mejores poseen una franca expresión botrítica y una buena dosis de casta (acidez perceptible, elevado extracto), pero siempre con mucha elegancia y finura. El año le va a esta finca como anillo al dedo. 2010 a 2030.
Château Lafaurie-Peyraguey
19 Junto con Climens es el dulce más elegante del año: aromas seductores, suave y pleno en boca, frescor y finura escogidos, con una discreta nota amarga en el final. 2010 a 2030.
Château Rieussec
19 Para los aficionados a la casta desbordante: el vino más rico en cuanto a acidez, alcohol y dulzor. En nariz hay notas frutales y botritis, gran jugosidad y plenitud, duración interminable. 2010 a 2030.