• Redacción
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• 1997-10-01 00:00:00

Toda España en alza
Es una espléndida realidad. Todas las zonas vitivinícolas están en plena ebullición en estos momentos. Se afanan en realzar sus productos y elevarlos al nivel que les corresponde. Desde la conocidísima Rioja al más apartado rincón de Salamanca. Por este motivo no hemos tenido más remedio que elegir unas cuantas de las que consideramos más emergentes, a sabiendas de que se han quedado en el tintero importantes zonas merecedoras de atención. Esperamos corregir en los sucesivos números esta ausencia. Una de las comarcas que piden a gritos nuestra atención es la subzona de Falset, en la D. O. Tarragona. Toda una inmensa labor desarrollada principalmente por dos bodegas. Una de ellas, y aquí el mérito, la Cooperativa de Capçanes, que lleva años trabajando con el dinamismo de una empresa privada. También Francisco Capafons, empeñado el la difícil tarea de elevar los vinos al nivel de los vecinos. Con esta pequeña reseña a los que faltan, queremos tener a todos los demás “in mente” para sucesivos trabajos. La cata realizada de las comarcas habla por sí sola de la elevación de calidad reseñada anteriormente. La vanguardia enológica de Extremadura, Jumilla o Cariñena no tienen nada que ver con la imagen que actualmente tiene el consumidor de sus vinos. Esperemos que sea corregido este terrible entuerto lo antes posible. Por el bien de todos.

Sudáfrica: vinos que merece la pena conocer
Desde el final del apartheid en 1992, Sudáfrica -donde se cultiva la vid desde hace más de 300 años- se ha convertido en una de las regiones vinícolas de mayor auge en el mundo.
Si las cepas de California, Australia y Nueva Zelanda fueron las novedades de los años ochenta, los vinos de la región de El Cabo son la esperanza de los noventa. Su lema es: un buen vino con calidad constante y precios razonables.
Unas tierras con tradición pero descuidadas vuelven a renacer gracias al tesón de los viticultores. De las más de 100.000 hectáreas de viñedos, hasta ahora sólo el 19% corresponde a variedades internacionales como Cabernet sauvignon, Merlot y Syrah o Chardonnay y Sauvignon blanc, aunque la tendencia va en aumento.
La especialidad: la uva pinotage
Pero tampoco hay que olvidar la variedad local Pinotage. La estricta limitación de producción de los viñedos, la fermentación clásica del mosto y la utilización restringida de barricas convierten la especialidad sudafricana en un tinto de categoría internacional, que con su frutosidad profunda, sutil y compleja tiene suficiente originalidad y carácter como para poderse considerar una gran especialidad. La fruta del Pinotage también se aprecia en las cuvées. Un ejemplo es el Bay View del 94 de Longridge Winery, producido con Cabernet sauvignon y Pinotage.
A pesar de todos los progresos recientes, el Cabernet sauvignon no alcanza aún el nivel de sus modelos bordeleses y californianos. De los aproximadamente 30 Cabernet sauvignon degustados, sólo el Nederburg del 92 y el Thelema Mountains del 93 consiguieron superar los 15 puntos. A pesar de ello, los Cabernets sudafricanos son recomendables como acompañamiento fiable para la comida cotidiana, aunque sólo sea por su relación calidad-precio.