- Redacción
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- 1999-10-01 00:00:00
E n la recta final hacia el nuevo siglo, aunque en rigor no lo sea, -pero a quién le importa a estas alturas-, son muchas las bodegas elaboradoras de espumoso natural que aprovechan estos días de precampaña navideña para lanzar sus productos estrella. Todos con el reclamo de un “milenium” que puede terminar con todas las existencias de espumoso natural del planeta.
Codorníu no podía ser menos, y ha salido a la palestra con su cava especial para tan señalados fastos. Pero lo ha hecho a lo grande, no sólo por la calidad de su cava, sino por su gran tamaño. Todos los productos de esta casa, antes de salir al mercado, son objeto de numerosas pruebas, uvas, coupages, crianzas en rima, en fin, un trabajo metódico que puede durar años antes de que los sabios de la cava les den el parabién.
Y con motivo de celebrar el fin de siglo, o la entrada del nuevo, todos sus controles han aumentado hasta los mínimos detalles. Ha elegido lo mejor de sus viñedos, una pequeña partida de Chardonnay, reforzada por una fina Parellada de sutiles aromas, y, después de una meticulosa elaboración y selección de vinos, ha creado el cava Millennium.
Envejecido en botella durante 2 años, lo que ha permitido una perfecta autolisis de las levaduras y la formación de un elegante buqué. Así consigue Codorníu un cava complejo y muy equilibrado en boca, con incisivos aromas cítricos que le dan viveza y frescura, acompañados de notas de frutos secos y recuerdos de flor de almendro. En boca es suave, con cuerpo y un final amielado lleno de resonancias aromáticas por vía retronasal. Hay que destacar su excelente acidez que da brillantez al cava, resaltando los perfiles varietales de una excelente Chardonnay. Para suavizarlo y que su perfil organoléptico no se aleje demasiado de lo que se entiende tradicionalmente por un cava catalán, han añadido un 25% de Parellada de la zona más alta del Penedés, lo que le confiere finura y delicadeza.
De Magnum Millennium saldrán al mercado solamente 5.000 botellas numeradas, y todas en el atractivo y exclusivista tamaño magnum, con una cuidadísima presentación. Por su cata organoléptica, es un cava con los elementos adecuados para evolucionar bien en botella. Tanto, que nos permitimos recomendar que se guarde en condiciones adecuadas para celebrar con él la entrada del nuevo milenio, es decir dentro de un año.
Este magnum lleva un precio de salida en torno a las 14.000 pesetas, pero seguro que se producirá una especulación brutal con su precio.
