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La esencia de Navarra

  • Redacción
  • 2001-11-01 00:00:00

En esta casa se respira dinamismo, en sus lagares hay un ajetreo constante. No es para menos. La voluntad de Víctor del Valle y Sonia Olano no deja lugar al relajo, de sus lagares salen al mercado para alegría de sus numerosos seguidores, un variado y pulcro tipo de vinos, blancos con crianza, sin crianza, originales rosados fermentados en barrica, o tintos en todas sus facetas. Es la bodega Del Castillo de Monjardín, situada, como contraste, en uno de los lugares más apacibles de España. Pero no acaba con esto la indomable inquietud de sus moradores, constantemente se obligan a buscar el producto distinto, el vino mágico, el imposible. En definitiva: dar otra vuelta de tuerca al mundo del vino en Navarra. Amantes de los dulces de Burdeos, aquellos majestuosos sauternes tenían que probar suerte para realizar algo similar en Tierra Estella. Se eligió para esta obra, de escasa o nula experiencia en este país, una viña situada en el paraje Auza, -la niña bonita de la bodega- plantada con la expresiva variedad Chardonnay. Y en pleno diciembre, en un impresionante paisaje, completamente blanco de nieve, se vendimió la exigua producción. El ocre color del racimo competía en tonalidades cromáticas con las escasas hojas que todavía pendían sin vida de los sarmientos. Un racimo atacado de “botritis cinerea”, “enfermedad” que dejó una escueta cantidad de materia prima (de veinte kilos posibles se obtuvo un solo kilo de uva) que, como podemos suponer, era pura concentración de azúcares, moléculas aromáticas y ácidos fijos. Fue trabajoso el prensado, por el poco líquido, muy lenta la fermentación, por el inhóspito ambiente en el que se multiplicaban y realizaban su labor las levaduras.
La fermentación se llevó a cabo en barricas nuevas de roble americano durante cuarenta días. Después, una tranquila estabilización le confirió la limpidez natural, y a continuación se embotelló sin filtrar, para que ni una sola de las costosas, nobles y apreciadas esencias arrancadas gota a gota se quedaran en los filtros o en cualquier otro artefacto. Es de esperar, por lo tanto, que dentro de unos años se depositen las sustancias más sólidas. El experimento ha dejado una excelente ambrosía de más de 100 gramos de azúcar por litro y de ¡15 gramos de acidez fija! Condiciones indispensables para que su armonía deje un paladar equilibrado, fresco y dulcemente reconfortado. El vino tiene en sus fragancias un efectivo castillo de fuegos artificiales. Una explosión de aromas frutosos, confituras, notas de miel, dátiles pasificados, recuerdos cítricos y una limpia brisa de hierba fresca. Un vino original y distinto. Pero esta sección es la más difícil, casi trágica, de la revista, porque como un verdadero objeto de colección hay solamente 400 escasas botellas que, lógicamente, las disfrutarán muy pocos mortales. Eso sin contar las que queden en poder de los avaros coleccionistas, de esos que se conforman con admirar y contemplar la botella sin abrirla. Tal vez la puedan disfrutar con plenitud sus herederos dentro de muchos, muchos años.

Esencia 2000
Castillo de Monjardín
31242 Villamayor de Monjardín (Navarra)
Precio aproximado: 9.700 ptas. (58,3 e)
Tel. 948 53 74 12
www.monjardin.es

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