- Redacción
- •
- 2003-10-01 00:00:00
Cuando noviembre se muestra generoso, hasta las cepas más remisas dan fabulosos dones. Y es en la cornisa cantábrica donde a veces la plena maduración de las uvas adquiere la categoría de lo imposible. La lluvia escasa y el sol abundante hacen que casi parezca un milagro, en un mes como este, dominado por el clima otoñal, en lugares donde conseguir una cosecha normal -lo que en otros sitios consideran una cosecha normal- es todo un triunfo. Es lo que ha pasado tradicionalmente en las comarcas de Vizcaya donde se elabora el chacolí, ácidas lágrimas de una cepa que quizá echa de menos su origen glorioso, su anterior vida en otras tierras bañadas por la cálida y resplandeciente luz mediterránea. Pero las personas que muestran su apego al terruño y a los sabores tradicionales, investigan, se rodean de tecnología, se adaptan a los nuevos tiempos para desterrar aquellos vinillos tan acerbos y huraños cuya degustación se convertía en un hecho de heroico patriotismo. Como el investigador equipo de la bodega Itsas Mendi. Desde la primera cosecha ofrece unos vinos distintos sin perder la personalidad tan acusada de un buen chacolí. La receta es bien sencilla: selección de las parcelas con máxima exposición solar, especial predilección por las variedades autóctonas, y una buena selección de la materia prima. Así, cosecha tras cosecha nos ofrece uno de los mejores chacolíes vizcaínos, pero además se permite buscar otras formas de expresión de la variedad Hondarrabi Zuri, como el pequeño milagro que traemos a esta sección: el Vendimia Tardía 2001. Para elaborar este vino, solo se aprovecha el producto de una pequeña parcela plantada de Hondarrabi Zuri, cepa bien acostumbrada al húmedo clima cantábrico. Se vendimió del quince de noviembre en adelante, y el clima en este lapso se comportó tan prudente que apenas surgió la molesta podredumbre en las uvas. Entraron las bayas pasificadas, y la fermentación llegó a los once grados alcohólicos, pero todavía quedaban unos 70 gramos de azúcar por litro. Una cantidad prudente porque deja claramente notar el dulzor sin llegar al empalago. Un paso leve por barrica nueva francesa, menos de un mes, ha completado su educación para que un buen reposo en la botella haga el resto. Lógicamente no todos los años podremos gozar de este vino, reservada su elaboración solamente a los años especiales en aquellas tierras. La experiencia resulta muy positiva, porque este vino es una novedad indiscutible, adopta la delicadeza por bandera, con una excelente expresión floral, notas de miel y de jengibre, flores marchitas, finura que trasmite al paladar; y su acidez limpia todo vestigio de pesadez en la boca. Es una experiencia que rompe con la imagen, muchas veces desnaturalizada de los vinos vizcaínos. Itsas Mendi 2001 Hondarrabi Zuri Vendimia Tardía Bodega Itsasmendi Barrio Arane, s/n 48300 Gernika (Bizkaia) Tel. 94 627 03 16 Precio aproximado: 9 E