- Redacción
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- 2004-02-01 00:00:00
Borja Osborne-Osborne, director de Bodegas del Jaro, se inspiró en el Nuevo Testamento para dar nombre a su mejor vino. «Ellos necesitan vino», dijo María, la madre de Jesús en las bodas de Canaan. A la segunda solicitud de Nuestra Señora, el Maestro llama a los sirvientes y les ordena que traigan unas tinajas de agua. Las bendice y transforma el agua en vino, para gran alegría de los concurrentes. Así relatan las Sagradas Escrituras el primer milagro que obró Jesucristo. Bodegas del Jaro quiere recordar hoy aquel vino, quizá por si Dios tuviera a bien insuflarle alguna de las virtudes del vino divino más famoso de la Historia. Se llama «Sed de Caná». Bodegas del Jaro se ha propuesto elaborar sus vinos bien diferenciados, según las fincas o los pagos de donde nazcan. Ya tenemos en el mercado el «Jaro’s», un estupendo ribera, y el «Pago de Chafardín», un vino de viña vieja de espléndida factura. Pero además, en los grandes años, cuando las cepas sean capaces de donar una materia prima insuperable, este vino estará elaborado con el producto de una exhaustiva selección: los mejores 2.500 kilos de uva de las 60 has. de viñedo que posee la finca. Ramón Vaca Viaña, director técnico de la bodega cuenta con la tecnología más actual, con depósitos de acero inoxidable. Pero el único material que ha intervenido y formado la personalidad de este tinto ha sido la noble madera desde la fermentación misma. Toneles de roble francés de 500 litros fueron los primeros en acogerlo, remontados abundantes y el lógico «pisage» hasta unos treinta días de maceración con los hollejos. Después pasó a barricas nuevas de roble con capacidad para 300 litros. En ellas hizo la fermentación maloláctica y transcurrieron los primeros 19 meses de su vida. Finalmente se embotelló tras una ligera clarificación, y sin filtrar, para no restar ni uno solo de sus atributos. A pesar de haber sido concebido para que lo guardemos en el fondo de nuestra bodega hasta que sus impulsos juveniles se hayan aplacado, los más audaces o los menos pacientes podremos arriesgar nuestros paladares con una degustación más temprana, cuando por fin salga al mercado. Ya ahora, pleno de juventud, siente uno el bienestar placentero que proporciona un vino equilibrado y armónico, de innegable finura a pesar del potencial que encierra, con un color encantador, casta, elegancia y un tanino vigoroso al que le falta toda una larga vida por recorrer. Parece decirnos desde su recinto y refugio de cristal: «mi hora no ha llegado todavía». Como el autor del primer vino de Caná contestó en aquella boda al primer requerimiento de su madre. Sed de Caná 2001 Bodega: Bodegas y Viñedos Del Jaro. Ctra. Pesquera-Valbuena.Finca El Quiñón 47315 Pesquera de Duero (Valladolid). Tel: 650 48 15 04 Precio previsto por unidad: 70 € Variedad: Tinto Fino. Número de botellas: 1.800 Salida al mercado: último trimestre de 2004.