- Redacción
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- 2004-10-01 00:00:00
Pocos vidueños poseen la personalidad de la Garnacha, una uva merecedora de mayor atención por parte de los enólogos. Es un placer comprobar que la muchas veces vituperada Garnacha riojana sigue seduciendo. Los elaboradores más osados incluso la lanzan al mercado elaborada como varietal, con su nombre y apellidos en la etiqueta. Y no es fácil dejarse seducir por esta variedad en una tierra donde teóricamente el estrellato apabullante de las demás uvas relegan al último lugar a esta cepa -al menos en lo tocante a fama-. Por fortuna, esta Garnacha todavía despierta inquietud y ganas de experimentar con ella, como ocurre con Bodegas Bretón, que ha confiado en ella para sacar un vino de una sola finca (ojo, no confundir con los vinos de pago como D.O.). La materia prima ha salido de una viña propia en Tudelilla, a más de 500 metros de altitud. Poco más de una hectárea con cepas plantadas en 1930, ya bien crecidas, adultas y de poca producción. Se trata de la segunda experiencia que se acerca al mercado, procedente de esta variedad en solitario, de cuya primera cosecha apenas salieron 1.000 botellas. En este año del 2001, gracias a la generosidad de la naturaleza en aquella Denominación de Origen, la cosecha creció el triple, se produjeron unas 3.000 botellas que se añaden a los ya especiales Alba de Bretón o Dominio de Conte, pero sin duda brillará como uno de los vinos más originales de la bodega. El vino ha sido cuidadosamente elaborado, desde la elección de la uva hasta su cuidada crianza. Fermentó como un vino moderno, con remontados frecuentes, y realizó la fermentación maloláctica en barricas nuevas de roble francés. Continuó su crianza en la misma madera hasta un año, sin abandonar sus lías durante toda la estancia, con «battonages» frecuentes. Es un vino de gran personalidad, y la Garnacha dibuja un paisaje aromático espectacular, potente, donde la fruta madura, el orejón y las especias se funden en un logrado buqué. Vivo y delicado en la boca, con un tanino muy maduro y elegante. El final de boca aumenta la sensación de exquisita y cortés relación entre la fruta y la madera, con un recuerdo de frutas carnosas, como el melocotón, francamente atractivo. Es un mérito sus generosos 14,5 grados de alcohol apenas se hagan presentes, si no es para favorecer el equilibrio final. Bodegas Bretón, ya instalada en su nueva sede de Navarrete, con amplias instalaciones, parece que nos dará todavía muchas sorpresas. Pagos del camino 2001 Bodega: Bodegas Bretón. Ctra. de Fuenmayor, km. 1,5. 26370 Navarrete (La Rioja) Tel. 941 44 08 40 Precio previsto por unidad: 22 €. Variedad: Garnacha. Número de botellas: 3.000 Salida al mercado: Primeros de septiembre 2004. (bartolome.sanchez@vinum.info)
