- Redacción
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- 2005-02-01 00:00:00
Quisimos probar cincuenta vinos de fácil adquisición procedentes de la amplia zona del Languedoc, un mar de cepas tres veces mayor que la superficie cultivada de Alemania, para hacernos una idea general de la posición actual de esta región. No pretendíamos ser exhaustivos, pues eso sólo sería posible mirando con lupa las diversas AOC o incluso subzonas; pretendíamos una visión general. Así es, pues, como han de entenderse las siguientes notas de cata, que hemos ordenado atendiendo a su calificación. El resultado es que el boom del Languedoc ya parece haber pasado. Hay que trabajar mucho para anclar lo conseguido de forma duradera. Las modas (elaboración en barrica, Syrah) fueron breves, pero sí han dado el suficiente impulso para una evolución a más largo plazo, que se ha de centrar en lograr mayor individualidad, más “terruño”. Como siempre, los Coteaux de Languedoc son la incubadora de todas las corrientes e ideas. Allí merece especial atención la región de Clape, que incluso tiene varios hierros en el fuego. Pero el motor más importante en todas las regiones siguen siendo los vinicultores que, día a día, trabajan con su tierra y sus características, haciendo oídos sordos a los cantos de sirena que sólo aprecian Languedoc-Rousillon como zona vinícola porque allí se puede producir de manera rápida, sencilla y económica cualquier clase de vino. Cataron Barbara Schroeder y Rolf Bichsel. 14 Château de Sérame Domaine de Sérame – Viognier Réserve Vin de Pays d’Oc 2003 Notas de caramelo, almendra y albaricoque, muy agradable, lleno, se encuentra en su momento ideal, perfecto para acompañar la cocina moderna del mundo. 2004 a 2005. 14,5 Château de Sérame Château de Sérame Minervois 2002 Mucho alcohol, que domina los acentos amargos y algo herbáceos. Termina carnoso y denso con notas minerales. 2004 a 2007. 14,5 Château de Sérame Château de Sérame Corbières 2002 Seductor e impresionantemente denso, pero también alcohólico y de marcada madera en correspondencia. Para amantes de este estilo. 2005 a 2008. 14,5 Hecht & Bannier Côtes du Rousillon 2001 Buen vino seco, un poco rústico sin mucha personalidad. 2004 a 2005. CH: ___ 14,5 Hecht & Bannier Faugères 2001 A primera vista, reductivo como su hermano del Minervois. Detrás, jugo y fuerza, pero en conjunto más bien tosco. Para acompañar comida sureña. 2004 a 2006. CH: ___ 14,5 Les Deux Terres Cuvée Limitée Minervois 2001 Fruta madura suave y discreta, de estatura recia y algo rústica; el alcohol en el final apenas molesta. 2004 a 2006. CH: _ 14,5 Blayac Pierres Planches Minervois 2002 A pesar de su aspereza y una ligera sequedad en el final, este vino algo severo resulta jugoso y crujiente. Fiable. 2004 a 2006. 14,5 La Madura Domaine la Madura Classic Saint-Chinian 2000 Las notas de plena guinda invitan, pero también tiene mucho alcohol, aunque el final se mantiene fresco. Resultan molestas las notas ligeramente metálicas. Para beber ahora. 2004 a 2005. _ 14,5 La Madura Domaine la Madura Grand Vin Saint-Chinian 2000 Rústico, honrado, pero bastante anguloso. Aún es muy juvenil, pero no necesariamente mejor que la sencilla cuvée del último año. 2005 a 2008. D: __ 14,5 Robert Skalli Cabernet Sauvignon Vin de Pays d’Oc 2001 Un vino sin patria; técnicamente está muy bien hecho, posee una fruta sabrosa y la necesaria consistencia, pero por sus notas de madera no integradas en el final, igualmente podría proceder de Burdeos. 2005 a 2007. 14,5 De Saint Dominique La Chapelle de Saint-Dominique Vin de Pays de l’Hérault 2002 Seco e individualista, sin complicaciones y saludable. Un vino ideal para la gastronomía. 2004 a 2006. 15 Jeanjean SA Ormarine Coteaux du Languedoc – Picpoul de Pinet Cierto es que hay Pinet más elegantes, frutales y florales que éste, pero a pesar de todo nos gusta, pues posee la acidez algo agresiva de la manzana, la solidez y casta que tanto apreciamos en los vinos de esta pequeña denominación. Por ello esta calificación. Habría que estar atentos a cada nueva añada. 2004 a 2005. 15 Coupe Roses Frémillant rosé Minervois 2003 Uno de los rosados recomendables de esta región, porque aúna frescor, frutalidad y plenitud, y es deleitable sin reservas. Hay que estar atento a cada nueva añada. 2004 a 2005. 15 Jean Marie Rimbert Carignan Le chant de Marjolaine Vin de table 2001 Rara vez hemos catado una expresión tan lograda de esta variedad. El especiado luce de forma casi óptima, frutal y redondo, pero también con un carácter rústico y robusto. Merece interés, aunque no se debería guardar mucho más tiempo. 2004. 15 Hecht & Bannier Coteaux du Languedoc 2001 Jugoso y carnoso, fogoso y potente, taninos maduros: el Sur, como viste y calza. Para beber ahora. 2004 a 2005. 15 Belles Eaux Château Belles Eaux Sainte-Hélène Coteaux du Languedoc 2002 La madera resulta importuna y marca la aromática con sus notas de vainilla, haciendo el final aún más árido. Es una lástima, pues las uvas elaboradas eran de impresionante calidad. 2004 a 2006. 15 Bernard Magrez Passion d’une vie Côtes du Rousillon villages 2002 Como un vino de Oporto o un Amarone, lleno y rico, con notas de frutillos muy maduros, cacao, chocolate: un vino de dimensiones bíblicas para el invierno. Individualista, fogoso, rico, lleno de sol, ideal para acompañar a la caza. 2005. 15 Aymerich Général Joseph Aymerich Côtes du Rousillon villages 2001 Especiadas notas de chocolate y frutillos dulces: compacto en boca, seco, un poco rústico, no debe madurar más. 2004. 15 L’Ostal Cazes Minervois La Livinière 2002 Magnífica fruta aunque, detrás, domina la madera. El único Minervois de esta serie que resulta menos rústico. 2004 a 2005. 15 Les Vignerons de la Méditerranée La Cuvée Mythique Vin de Pays d’Oc 2001 Esta cuvée de mítico nombre es plena, de buenas hechuras como siempre, frutal y complaciente –pero ha alcanzado su punto álgido. 2004. 15 Auriol Puech Tourments Vin de Pays des Coteaux d’Enserune 2000 Ciertamente extenso y pleno, pero también terriblemente tosco y rústico, se notan las buenas intenciones por ser vinoso y crujiente, pero en él, todos los elementos se mueven revueltos. Descubrimos el nombre tras la cata y hubimos de reconocer que es muy acertado y quizá responda, de hecho, al concepto básico. 2004 a 2005. 15 Auriol Puech Tourments Vin de Pays des Coteaux d’Enserune 2001 Mucho más equilibrado que el de 2000, pero también en éste el final es duro y floculento. 2004 a 2006. 15,5 Cazes Muscat de Rivesaltes Muscat de Rivesaltes 2003 Los padres del Muscat moderno, de todos modos, ya tienen laureles previos por su trabajo con este tan especial vino del Mediterráneo. Y cuando la cuvée sale así, indómita, llena de fuerza, con todo el especiado de esta variedad y sus aromas inconfundibles, sólo queda aplaudir. No es un pequeño Muscat comercial. 2004 a 2006. 15,5 Étang des Colombes Bicentenaire Vieilles Vignes Corbières 2002 Tremendamente especiado con notas de regaliz, aunque es seco como los vinos de esta añada y bien logrado, a pesar de todo; un clásico de esta denominación. 2004 a 2005. 15,5 Pierre Clavel Le Mas Coteaux du Languedoc 2003 Frutalidad indómita y salvaje, taninos crujientes, alegre a pesar de su plenitud: un vino para beber, honrado y natural, que ya ahora, en el estadio de vino joven antes del embotellado, da mucha alegría. 2005 a 2007. 15,5 Chimères Mas de Chimères Coteaux du Languedoc 2001 De un especiado herbáceo y salvaje muy particular, con taninos ásperos y angulosos y una textura fogosa: rústico en el mejor sentido. No debe dejarse madurar mucho tiempo. 2004 a 2005. 15,5 Capitoul Lavandine Coteaux du Languedoc – La Clape 2002 Un vino hermoso, elegantemente frutal, en el que sólo estorba el final algo áspero, típico de esta añada. Para beber ahora. 2004 a 2006. 15,5 L’Euzière L’Almandin Coteaux du Languedoc – Pic Saint-Loup 2001 Buen vino maduro, áspero y especiado aunque no sin elegancia, para disfrutar plenamente ahora. 2004 a 2005. 15,5 Lascaux Les Nobles Pierres Coteaux du Languedoc – Pic Saint-Loup 2000 Con la nariz especiada y balsámica del vino lleno; jugoso y fresco a pesar de su madurez, posee casta y un hermoso final mineral. Para beber ahora. 2004 a 2005. 15,5 Cazes Ego Côtes du Rousillon villages 1998 Al principio, según exige la madurez, notas algo sordas, que con la aireación se transforman en bálsamo; sorprendentemente seco y con casta, con marcada personalidad, en su punto álgido. Nos gusta porque tenemos debilidad por tales vinos incómodos. 2004 a 2005. 15,5 Rimbert Le Mas au Schiste Saint-Chinian 2002 Especiado con notas de ceniza fría, posee carácter y arraigo. Para beber ahora. 2004 a 2006. 15,5 Daumas Gassac Mas de Daumas Gassac Vin de Pays de l’Hérault 2002 Antes como ahora tributamos un inmenso respeto a este pionero de los vinos del Languedoc, aunque su 2002 no se cuente entre los más grandes vinos de esta región. Muy cerrado en esta fase, notas reductivas de Cabernet y un final duro y herbáceo –debe madurar algo. 2006 a 2012. 16 Capitoul Lavandine Coteaux du Languedoc – La Clape 2002 Decididamente, Clape pertenece a las zonas del Languedoc que merece la pena descubrir. Lo que también demuestra este vino blanco incómodo, mineral recordando al yodo, lleno de carácter, que aún se puede dejar descansar un tiempo. Notas de yodo y hierbas aromáticas, ideal para acompañar pescados de mar como la dorada o la lubina. 2004 a 2006. 16 Capitoul Lavandine Coteaux du Languedoc – La Clape 2003 Este rosado increíblemente floral, frutal y refrescante sólo tiene un fallo: es imposible beber sólo un poco. Una verdadera oda al frescor y la alegría del trago largo. Magnífico. Habrá que estar atentos a la próxima añada. 2004 a 2005. 16 Grès St. Paul Romanis Coteaux du Languedoc 2001 Buqué seductor, maduro, floral, frutal (violetas y grosella negra); en boca jugoso y lleno, maduro y redondo, con un final mineral, ideal para beber ahora. 2004 a 2005. 16 Capitoul Rocaille Coteaux du Languedoc – La Clape 2002 Sencillamente grandioso. Posee la mineralidad, casta y especiado que les falta a tantos vinos, con una frutalidad agradable, fuego y nobleza; magnífico y muy recomendable. 2004 a 2006. 16 Força Réal Les Hauts de Força Réal Côtes du Rousillon villages 2002 Lo catamos apenas unos días después del embotellado y no estaba en el mejor momento de su vida, mucho vino en boca, lleno y denso sin resultar pesado, y todo ello a pesar de su más de 14 por ciento de volumen de alcohol, más bien lleno de carácter con buen potencial de maduración. Muy recomendable. 2005 a 2007. 16,5 Saint-Martin de la Garrigue Bronzinelle Coteaux du Languedoc 2001 Este clásico entre los vinos del Langueoc vuelve a formar parte de la cúspide. Fruta indómita, mucho jugo y casta: un placer. 2004 a 2007. 17 L’Engarran Cuvée Quetton Saint-Georges Coteaux du Languedoc 2001 Nariz increíblemente seductora, misteriosamente especiada; jugoso y lleno, denso y con mucha casta, con un final largo, frutal y mineral; un vino excelente, que también puede madurar un poco. 2004 a 2007. 17,5 Château La Casenove Domaine Saint Luc – Pla del Rei Côtes du Rousillon 2000 ¡Cuánto nos gustan estos vinos individualistas e intransigentes! Una nariz y una textura como un vino de Oporto y, sin embargo, perfectamente seco, sabroso, jugoso, denso, fogoso: un vino de otros tiempos. Único. 2004 a 2006.