• Redacción
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• 2010-09-01 00:00:00

La cima nunca fue tan amplia: los diez mejores de la cosecha. 19 Château Palmer Los taninos son plenos, redondos y firmes, pero a la vez frescos y jugosos, el final de zarzamora, cereza y arándano es increíblemente largo. En la nariz se perciben exactamente las mismas notas discretas de jacinto y minerales que poseen en su juventud los grandes brandys de Cognac, y en esta añada sólo otros dos o tres vinos más; el alcohol nunca avanza al primer plano, simplemente es un excipiente en el que se mezclan los taninos y la acidez, transportando y fundiendo la intensidad aromática. 2017 a 2030. 19 Château La Conseillante Cuando se definen con tanta perfección plenitud, fuego, densidad, aterciopelado, frescor, elegancia y casta, cuando los aromas de uvas frescas, flores y hierbas ascienden tan delicadamente a la nariz, lo mejor es callar y meditar, en vez de maltratar el teclado del ordenador, para poder disfrutar plenamente de las armonías que resuenan en el paladar. Ni siquiera el alcohol, aunque está presente, merma esta poesía melódica llena de encanto y equilibrio clásico. En este caso la añada de 2009 es claramente superior a la de 2008, y es uno de los mejores vinos que ha producido jamás esta finca excepcional. 2015 a 2030. 19 Château Pontet-Canet Las uvas sanas y consistentes están en el centro de este mensaje que nos transmite mineralidad, especiado de hierbas aromáticas y bayas jugosas, frescas y crujientes; los taninos son densos, tremendamente vivaces y con mucha casta, poseen nervio y muestran un increíble frescor, pero sin resultar rústicos ni pesados, el conjunto da una impresión tan precisa como inspirada. Inmenso. 2019 a 2030. 19 Château Trotanoy Considerado como el hermano pequeño de Pétrus. Y con ello no se le hace justicia, pues Trotanoy es un vino único con valía propia y carácter marcado e inconfundible que en esta añada se presenta especialmente favorecido. La nariz de hierbas y minerales, flores y especias de esta cosecha 2009 es tan delicada, discreta y compleja como la que tan sólo poseen los más grandes terruños. Densidad, casta y profundidad son las primeras impresiones en boca, taninos de una calidad impresionante, potencia y fogosidad perfectamente equilibradas. Es el mejor Trotanoy de todos los tiempos. 2017 a 2030. 19+ Château Margaux La cata de un Château Margaux joven es un momento especialmente sensual, lo que tiene que ver con ese extraordinario equilibrio en que se basa el estilo de esta finca superior. En el año de los procesos complejos, hay que decir que este equilibrio sólo se logró mantener gracias a una selección aún más rigurosa. Por ello es tan singular este vino -con una profundidad y casta fuera de lo común- que aúna una opulenta delicadeza con la máxima finura. Los taninos son compactos y firmes, y presentan pulido mineral, el final es impresionantemente largo. 2020 a 2040. 19+ Château Margaux La cata de un Château Margaux joven es un momento especialmente sensual, lo que tiene que ver con ese extraordinario equilibrio en que se basa el estilo de esta finca superior. En el año de los procesos complejos, hay que decir que este equilibrio sólo se logró mantener gracias a una selección aún más rigurosa. Por ello es tan singular este vino -con una profundidad y casta fuera de lo común- que aúna una opulenta delicadeza con la máxima finura. Los taninos son compactos y firmes, y presentan pulido mineral, el final es impresionantemente largo. 2020 a 2040. 20 Château Haut-Brion Pretendíamos mantenernos libres de toda emoción, pero nos atravesó un agradable escalofrío cuando acercamos la nariz a la copa. Revelaba una especial finura y complejidad, una floralidad y mineralidad similar a la de un Cognac joven, con un componente de grosella y un delicado acento de hierbas para infusión. Los taninos aportan fuerza y plenitud, pero enteramente impregnados de nobleza, es persistente y su eco se va difuminando paulatinamente, engarzado en el opulento y hechizante abocado del alcohol que, si bien es elevado, no se percibe como tal por estar perfectamente equilibrado. Hace veinte años comparamos el Haut-Brion con una dama exquisita en la mejor edad; hoy lo hacemos con una belleza mundana llena de temperamento. 2020 a 2050. 19+ Château Mouton-Rothschild Con este vino en el paladar nos quedamos sin habla: este Mouton es una auténtica sensación. Ya la nariz se presentaba impactante con su tremenda aromática de cacao, chocolate amargo y picotas, y sus notas florales y minerales; en el paladar el principio es redondo y suave, presenta brillo y plenitud, los taninos se derriten literalmente en la boca, como la tarta de chocolate de la abuela, termina inmensamente largo sobre notas de jugosas cerezas rojas. Un Mouton magnífico, profundamente sensual y extraordinariamente seguro en su estilo: el mejor de nuestra carrera, hasta la fecha. 2017 a 2030 20 Château Ausone Lo que literalmente nos ha tirado de espaldas es el estilo casi metafísico de este vino, que se resuelve en una armonía muy particular. Todo comienza con la especial aromática de notas minerales-florales, como la que se halla en los mejores brandys de Cognac: jacinto, genciana, caléndula. A ellas se suman notas de té y hierbas frescas. En boca, los taninos absorben por completo la atención, van construyéndose lentamente para llenar el paladar con un acorde como de órgano, se instalan en los más recónditos lugares de la boca, erráticos y mayestáticos, sus notas se van perdiendo muy paulatinamente y con gran lentitud; lo que queda en el paladar no es el eco del alcohol, sino la delicada melodía fragante del principio. Legendario. 2016 a 2026. 20 Château Pétrus Con la añada de 2009, esta finca ha alcanzado una categoría que ninguna añada anterior ha podido presentar. Y lo demuestra con la mayor consecuencia ya como muestra de barrica. Los aromas recuerdan a los de la cosecha anterior, pero posiblemente sean aún más exquisitos, con sus notas de jacinto, un deje de violeta y ese especial toque mineral. Este vino ataca el paladar con inmensa suavidad y delicadeza, el tanino se va abriendo como un remolino de timbales, transportado por el gong del alcohol, y por encima la clara flauta de la fruta garantizando la perfecta armonía, el equilibrio bien temperado de un final largo y persistente. Saludos a Beethoven. 2014 a 2030. 19,5 Château Lafite Rothschild Los grandes vinos no son más impresionantes por ser más macizos, no sé cuántas veces habremos tecleado esta frase. Por ello damos ahora la última noticia sensacional: el peso macizo puede ser bueno, depende de cómo se utilice. Y este Lafite tiene peso, incluso lleva al paladar una inusitada cantidad de taninos y alcohol. Pero alcanzan una armonía tan perfecta, equilibrada por los pulidos taninos, el frescor y la persistencia aromática, que su peso transmite ingravidez y hace levitar al catador a cinco centímetros por encima del suelo. Inspirado e inspirador. 2020 a 2050