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Formación y pericia son las dos cualidades que llevaron a Rafael López de Heredia y Landeta a fundar no solo la bodega, sino una filosofía de elaboración que ha perdurado a lo largo de su historia sustentada por el trabajo y convencimiento de cuatro generaciones.
Leyenda riojana Quizás sea una de las bodegas riojanas que mejor conectan el nacimiento y desarrollo del Rioja original con el presente. Transmisores de una atractiva historia de supervivencia que han sabido proteger bajo el lema revelador: La innovación de no innovar.
2012
La uva procede de la finca Viña Cubillas. El Tempranillo (65%), la Garnacha (25%) y el 10% de Mazuelo y Graciano mantienen una calidad excepcional año tras año por el equilibrio de la planta y su buen estado sanitario. Todo ello pese a los posibles imprevistos de cada añada.
Estilo eterno
El hermano pequeño de la bodega no renuncia al estilo de la casa, marcado por la frescura que se obtiene en la viña propia y la finura lograda durante tres años en las barricas. En ellas descansan en los majestuosos calados de la bodega de Haro, una de las más antiguas de Rioja.
No hay que dejar de prestar atención a la contraetiqueta que luce este vino del Consejo Regulador de la D.O.Ca. Rioja. Su ubicación en la cápsula de la botella no es común, pero lo que es realmente interesante es que está etiquetado como Crianza, cuando por su tiempo de estancia en barrica –tres años– y posterior afinamiento en botella se le podría otorgar la categoría de Gran Reserva. Esto nos da una idea del exigente proceso de elaboración y crianza de la bodega.