Política sobre cookies

Utilizamos cookies propias y de terceros, así como los datos de la conexión del usuario para identificarle. Estas cookies serán utilizadas con la finalidad de gestionar el portal, recabar información sobre la utilización del mismo, mejorar nuestros servicios y mostrarte publicidad personalizada relacionada con tus preferencias en base a un perfil elaborado a partir de tus hábitos y el análisis de tu navegación (por ejemplo, páginas visitadas, consultas realizadas o links visitados).

Puedes configurar o rechazar la utilización de cookies haciendo click en "Configuración e información" o si deseas obtener información detallada sobre cómo utilizamos las cookies, o conocer cómo deshabilitarlas.

Configuración e información Ver Política de Cookies

Mi Vino

Vinos

CERRAR
  • FORMULARIO DE CONTACTO
  • OPUSWINE, S.L. es el responsable del tratamiento de sus datos con la finalidad de enviarles información comercial. No se cederán datos a terceros salvo obligación legal. Puede ejercer su derecho a acceder, rectificar y suprimir estos datos, así como ampliar información sobre otros derechos y protección de datos aquí.

Aromas y sabores de pueblo

9M4J6D6U3G0T9C2H8Q6I7A8R2A5C4S.jpg
  • Foto: Heinz Hebeisen
  • Antonio Candelas
  • 2022-02-25 00:00:00

Así como cuando llegas a un pueblo en cualquier momento del año los aromas que impregnan sus calles son exclusivos de ese lugar, los vinos que se hacen con las uvas de un término municipal tienen matices singulares que los identifican.


 La vinculación de nuestra memoria olfativa con la infancia es fascinante. Seguro que cualquiera de vosotros podríais reconocer con los ojos cerrados vuestro pueblo, lugar de vacaciones o la casa de un familiar solo con volver a estar en contacto con esos olores tan cercanos. La curiosidad por descifrar los aromas que nos acompañaban de niños puede ser un divertido pasatiempo con el que poder recrear vivencias pasadas. Olores que llenan la vida de recuerdos esenciales que te conectan con un lugar concreto y que resisten el paso del tiempo porque siguen ahí esperándote para cuando vuelves. Así es nuestra España rural. Cada rincón tiene algo que lo perfuma: la fresca fragancia de los pastos del norte, el apetitoso aroma de los campos de cereales de Castilla, los eternos olivos andaluces, el montaraz bosque mediterráneo o algo tan irresistible como el embriagador aroma a pimentón de los pueblos de la comarca de la Vera. La paleta de esencias es tan diversa que podríamos elaborar un mapa de aromas y sabores por las regiones de nuestro país.
El vino funciona de manera similar. Sabemos que el paisaje estimula sabores en la uva, que las labores del viticultor, la historia y cultura vitícola de un municipio, así como las costumbres del hacedor de vinos del lugar, marcan la personalidad del vino de un pueblo y su reconocimiento. Proteger esos sabores ha calado tanto en el sector que existe una corriente cada vez más relevante que trata de dar valor al hecho de que un vino esté elaborado con las viñas de una misma localidad. Esta forma de reorganizar el origen del vino intenta resaltar las diferenciaciones entre unos municipios y otros dentro de una misma denominación de origen, que es la mayor estructura distintiva. Es lo que se llama dividir una región vitícola en unidades geográficas menores. Por eso existen denominaciones de origen que permiten a los elaboradores etiquetar sus vinos con el nombre del municipio, pueblo o villa del que proceden, siempre y cuando cumplan con la normativa exigida en cada pliego de condiciones.
La D.O.Q. Priorat fue la primera en incorporar la figura de Vino de Villa. Posteriormente Bierzo, Cebreros, Rioja y Rueda han dado el paso, mientras que en la D.O.P. Vinos de Madrid esta figura está en proceso de aprobación. Al final, de lo que se trata y hacia lo que estamos tendiendo es a acotar más el origen, puesto que solo así podremos establecer diferencias entre los vinos de un municipio y otro. Un sistema de categorías que se inspira en la afamada Borgoña y que no se queda ahí, puesto que avanza en la división de unidades geográficas menores con los vinos de paraje e incluso de parcela. Una fragmentación que persigue el objetivo de poder afinar más en la captura de las cualidades concretas de cada paisaje, de cada ubicación.
En esta ocasión nos hemos centrado en seleccionar una buena representación de vinos de municipio catalogados como tal por las denominaciones de origen que hoy contemplan esta categoría en sus normativas. Seguro que esas normas pueden avanzar en mejoras y ambiciones, pero es sin duda un acierto como punto de partida con el que mejorar la información que se le brinda al consumidor y valorar el patrimonio vitícola que tenemos en nuestro país.

enoturismo


gente del vino