- Antonio Candelas
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- 2022-05-30 00:00:00
El sector del vino avanza hacia una protección de aquellos territorios, parajes e incluso parcelas que tengan unas cualidades diferenciales frente al resto. La D.O.Ca. Rioja, desde finales de 2019, reconoce esta singularidad a nivel de viñedo, pero ¿qué requisitos deben cumplir?
Esta figura de protección y distinción cualitativa del viñedo riojano es una iniciativa que depende de la Administración Central, puesto que es el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación el que valida estos viñedos tras llevar a cabo los pertinentes procedimientos administrativos. Este reconocimiento se ratifica previa solicitud del Consejo Regulador de la D.O.Ca. Rioja. El desarrollo de esta distinción se puso en marcha en 2017 y su principal objetivo es el de reconocer las diferentes cualidades agronómicas, geológicas y climáticas de determinados viñedos que no se dan en otras parcelas de entornos cercanos.
Además de tratarse de un proyecto pionero en nuestro país, es una herramienta que empezaba a ser demandada por varios actores del sector por el mero hecho de que dentro de Rioja existen mil riojas. La diversidad es tan amplia que, hasta entonces, la tradicional clasificación por envejecimiento en bodega (crianza, reserva, gran reserva) no era ni de lejos suficiente para cubrir semejante riqueza vitícola. Una riqueza que el consumidor demanda que sea informada, diferenciada y garantizada.
Los requisitos que debe cumplir un viñedo para que sea considerado dentro de esta categoría son variados. Por ejemplo, la parcela o parcelas que conformen el Viñedo Singular deben tener una edad mínima de 35 años. Si el viñedo no está gestionado en propiedad, se deberá demostrar que el vínculo de arrendamiento o cesión es de al menos 10 años. En el caso de los rendimientos, tanto en viña como en bodega son inferiores a los establecidos de forma ordinaria en el pliego de la D.O. Para variedades tintas, se permite recoger como máximo 5.000 kilos por hectárea, mientras que para las uvas blancas la cifra asciende a 6.922. Esta recolección será en todo caso a mano. A la hora de tener en cuenta el rendimiento durante la elaboración, este se sitúa en el 65%, mientras que en una transformación habitual es del 70%. En cuanto al trabajo realizado en el viñedo a lo largo del periodo vegetativo, se debe garantizar el equilibrio del vigor de la vegetación. Es la primera vez que se tiene en cuenta este concepto en una norma de estas características.
Todo ese trabajo en campo debe confirmarse durante la elaboración. Aquí el examen es doble. Se realiza una cata después de concluir la fermentación alcohólica y otra justo antes de que el vino se comercialice. El resultado de esta última cata deberá ser excelente. Esto quiere decir que la valoración alcanzada deberá ser como mínimo de 93 puntos.
El desarrollo de esta calificación está siendo sostenido en el tiempo desde que viera la luz. Hasta el año pasado había catalogadas unas 200 hectáreas. Esto da una idea del escrupuloso trabajo que hay detrás de esta categoría para conseguir señalar el valor diferencial de estas viñas. Algo que debe quedar claro es que Viñedo Singular no pretende competir en prestigio con otras calificaciones dentro de la D.O.Ca Rioja. Únicamente se trata de atender con el mayor rigor posible a una necesidad de la propia estructura del territorio, marcado por la gran diversidad de ubicaciones que existen y mostrarlas tal y como se expresan. En esta cata os queremos enseñar la personalidad de algunas de esas viñas únicas. Sinceramente, creo que es una bonita forma de descubrir la singularidad de Rioja.