- Antonio Candelas, Foto: Heinz Hebeisen
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- 2023-02-01 00:00:00
El incuestionable atractivo del mundo del vino nace del descubrimiento de rincones únicos, elaboradores creativos, variedades sorprendentes y diversas formas de trabajar la viña. La D.O.P. Almansa es un pequeño territorio en el que su destacable diferenciación ha generado una enorme concentración de talento.
La captación de talento en el medio rural es uno de los desafíos más urgentes de nuestra sociedad. Atraer a personas formadas a los núcleos agrarios, con inquietudes agronómicas, que miren al futuro teniendo en cuenta los escenarios climáticos que se avecinan es fundamental para el desarrollo del campo. Por otra parte, también somos conscientes de que las cualidades concretas de cada territorio determinan un interés mayor según de qué actividad agrícola estemos hablando. Este es el punto en el que el entorno vitícola protegido por la D.O.P. Almansa conquista nuestra atención por el potencial que atesora y por cómo ha ido convenciendo a propios y extraños para desarrollar una labor esforzada y convencida bajo estas premisas como punto de partida.
Desarrollemos algo más los motivos por los cuales este territorio fronterizo, ubicado al este de la provincia de Albacete, que sirve de corredor natural entre la Meseta Sur y el Mediterráneo, es poseedor de un interés vitivinícola fuera de toda duda. Aunque la totalidad de la superficie plantada apenas supera las 9.000 hectáreas de viñedo, la D.O.P. Almansa es la zona productora con más Garnacha Tintorera de nuestro país (5.000 hectáreas). Como bien sabréis, su particularidad frente a otras variedades es que, mientras la pulpa de cualquier uva no posee color, la de esta variedad es tinta y por lo tanto se elaboran vinos con una intensidad colorante mayor, además de destacar por aromas y sabores muy específicos. Otra cuestión notable de esta variedad es el hecho de ser fruto de un cruce de variedades (Petit Bouschet y Garnacha Tinta) llevado a cabo en Francia en 1855 por Henri Bouschet. Si bien es cierto que su plantación se ha extendido por varias zonas productoras a lo largo del mundo, como por ejemplo el Alentejo portugués, es en este pequeño rincón del cuadrante sureste peninsular donde se ha adaptado a la perfección.
Pero, ¿qué tienen Almansa y el resto de los siete pueblos que conforman esta D.O. para que esta variedad destaque aquí y no en otras ubicaciones? Sobre todo, la altitud extrema y sus condiciones climáticas continentales. Toda la viña se encuentra entre los 700 y los 1.100 metros. Esto hace que la maduración sea pausada y todos los componentes aromáticos y colorantes se sinteticen completamente, manteniendo buenos niveles de acidez. Esto, unido a la naturaleza calcárea de los suelos, es lo que dibuja un entorno idóneo para esta variedad. Sin embargo, aunque Almansa es Garnacha Tintorera, también es Monastrell. Debemos hablar de la segunda variedad más plantada en esta Denominación (1.100 hectáreas). A diferencia de otras regiones donde se cultiva bajo la influencia de un clima mediterráneo a menor altitud, aquí se obtiene un fruto completamente singular marcado por estas condiciones de altitud y continentalidad del clima donde la frescura y los matices difieren de los de otros territorios.
Descritas algunas de las razones más importantes por las cuales la D.O.P. Almansa es una zona que capta el interés de elaboradores y consumidores, os dejamos estos 31 vinos como resultado de la gran inversión de conocimiento y talento que las bodegas llevan realizando en los últimos años para enriquecer el territorio rural y darlo a conocer al resto del mundo a través de sus elaboraciones.