- Antonio Candelas
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- 2023-08-30 00:00:00
Aunque el reconocimiento y la fama del Penedès se basa en sus personales y expresivos vinos blancos y en unos espumosos con identidad propia, en esta ocasión queremos prestar atención a los tintos por su raza mediterránea. Todo un mundo por descubrir.
Cuando un territorio es tierra de viña con mayúsculas, como es el caso del Penedès, el color de las uvas no es importante. Esta afirmación tan rotunda es una reflexión de Pepe Raventós, uno de los mayores defensores de este privilegiado lugar que, desde su proyecto particular Can Sumoi, trabaja sin descanso para recuperar el paisaje vitícola de la alta montaña del Penedès. Un esfuerzo, como el de tantos otros elaboradores, que nace del conocimiento y convencimiento de que el Penedès es una región vitícola muy relevante que dará mucho que hablar. Este prestigio va permeando en la opinión pública gracias al énfasis puesto en la uva blanca Xarel·lo más allá de las elaboraciones espumosas. Su carácter, versatilidad y adaptación al entorno han sabido ser interpretados por los viticultores y elaboradores para crear vinos de una inigualable expresión mediterránea. Pero, ¿qué ocurre con los tintos del Penedès? ¿Generan el mismo interés?
No hay que olvidar que, según datos de la propia Denominación de Origen, el 35% del vino protegido por la propia D.O.P. Penedès es tinto. Aunque no sea la opción mayoritaria, estamos hablando de un porcentaje amplio sobre el que, por supuesto, coexisten una gran variedad de creaciones. Encontraremos tintos con un marcado perfil internacional definido por uvas foráneas (Cabernet Sauvignon, Merlot, Syrah) que llegaron en la década de los noventa del siglo pasado como en tantos otros lugares y que a lo largo de los años han ido haciendo suyas las cualidades mediterráneas. Entre las más tradicionales están la Ull de Llebre (Tempranillo), Samsó, Garnacha o Monastrell, que ofrecen vinos de un carácter más local. Pero de todas las variedades tintas posibles existen dos que están acaparando atenciones por encima del conjunto. Ambas no son en absoluto mayoritarias, pero este aspecto no les resta interés.
Maite Esteve, de Vins el Cep, un precioso proyecto bodeguero formado por cuatro familias con una inmensa tradición vitícola en el que elaboran únicamente las uvas procedentes de las viñas en propiedad, está enamorada de la Pinot Noir por cómo se ha adaptado al Penedès y por ser una buena herramienta de transmisión de la personalidad mediterránea desde la elegancia. Entre la producción de Vins el Cep cuentan con tres elaboraciones tintas con las que apenas ponen en el mercado 25.000 botellas, pero Maite está convencida de que la creciente atención prestada al tinto hará que aumente la relevancia y, por tanto, el interés entre los consumidores.
La otra variedad que comienza a dejarse notar es la Sumoll. Autóctona, rústica, potente y retadora a la hora de cultivarla, es para Pepe Raventós una uva de clase mundial con un gran potencial y sobre la que año a año se va descubriendo el verdadero valor en el contexto del Penedès. Una apuesta por esta uva que busca redefinir un Penedés en el que Xarel·lo y Sumoll sean los verdaderos estandartes.
Parte de la fotografía actual de los tintos del Penedès se ve reflejada en esta cata de 36 vinos entre los que podréis encontrar una representación muy interesante de estilos, ensamblajes de uvas y monovarietales con los que descubrir un mundo que sin duda merece nuestra consideración.