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Ha conseguido demostrar Marcelino Díaz, director-gerente y principal accionista de Inviosa, que los vinos extremeños pueden codearse con los de mayor fama sin recurrir al pintoresquismo. Y en Tierra de Barros, la gran zona vitivinícola extremeña sentenciada por algunos “expertos” como tierra de graneles, blancos para destilar, o vulgares aproximaciones al vino de calidad, ha hecho florecer algunas muestras del tinto con futuro: su “Lar de Barros”. Donde primaba la mediocridad, la oxidación prematura, el sabor terroso y los aromas impresentables de bodegas viejas y descuidadas, Inviosa ha creado una línea de vinos realmente admirables para estos pagos. La bodega, creada en 1931, cuenta con más de 300 ha. de viñedo en donde ya se cultivan las inevitables Cabernet Sauvignon y Chardonnay destinadas a su línea de “oro”, junto a la blanca Viura y la tinta Tempranillo. Diseñada como una hermosa casa solariega de estilo colonial, posee modernas instalaciones y un parque de unas 2.000 barricas nuevas y seminuevas de roble americano. “Lar de Barros” es un tinto elaborado a base de Tempranillo, que ha sido criado durante un año en barrica de roble americano, tiempo justo para que a su frutosidad varietal,se añadan las notas características de esta madera. Un vino, por tanto, excelente para la práctica de cata, ya que los aromas y sabores se manifiestan nítidos y armoniosos. Así que, anímese, adquiera una botella de “Lar de Barros” 96, y rellene la ficha de cata, enviándola a la Revista, C/ Teruel, 7 (Col. Los Ángeles) 28223 Pozuelo de Alarcón (Madrid). Los 5 mejores recibirán en su domicilio una caja con 6 botellas de la bodega.
