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La seducción del rosado

  • Redacción
  • 2001-06-01 00:00:00

Desde que en 1956 se creara la Bodega Cooperativa Virgen Blanca, esta firma navarra no ha cesado de promocionar los vinos de calidad de esta zona y de luchar para que sean apreciados dentro y fuera de nuestras fronteras. Virgen Blanca, que reúne bajo su manto a 180 socios, se encuentra ubicada a la entrada de la villa de Lerín, una región que abarca las subzonas denominadas como Ribera Alta y Tierra Estella, dos enclaves vinícolas de gran prestigio en cuanto a la nobleza de sus vinos, tanto rosados, como tintos y blancos. Ahí están presentes las variedades Garnacha, Tempranillo, Viura, Mazuelo, Cabernet Sauvignon y Merlot, base fundamental de las elaboraciones de esta puntera bodega.
En esta casa se cuidan todo los detalles, desde la uva que es seleccionada para su gama de vinos Viña Sardasol hasta sus instalaciones, dotadas de la tecnología más avanzada. Prueba palpable de su buen hacer se refleja en el rosado Viña Sardasol 2000, cien por cien Garnacha tinta. En su elaboración la uva entera macera en los depósitos durante unas horas hasta obtener el color deseado. Tras la maceración, el mosto se sangra y fermenta durante diez días con el fin de conseguir una mejor extracción de aromas y tonalidad de color. Después se trasiega, clarifica y estabiliza para embotellarlo, llegando a esta práctica de cata con toda su potencia y frescura.
Es un rosado precioso, de brillante color grosella con reflejos azulados y una nariz intensa, fresca, con aromas de fresa y frambuesa. En boca se crece, mostrándose elegante, suave, presumiendo de juventud, rico en matices de frutas y muy vivo, y deja en su final un prolongado y agradable recuerdo.
Haga su cata y mande el resultado a la redacción de nuestra revista: C/Teruel, 7. Colonia de Los Ángeles. 28223 Pozuelo de Alarcón (Madrid). Los cinco mejores catadores recibirán en su domicilio una caja con 6 botellas de esta prestigiosa bodega.

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