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Centinelas de la viña, los rosales que circundan los viñedos son capaces de advertir con antelación la llegada de los enemigos y preservar así la salud de la uva.
La rosa centifolia, llamada así por sus más de 100 pétalos, huele melosa y tan delicada como alguno de sus tonos, entre palo, lichi y traslúcida piel de cebolla. Esos mismos que luce este vino de Campo de Borja, nacido en el imperio de las garnachas. Bodegas Aragonesas se fundó en 1984, pero en la zona el inicio del cultivo de la vid y en particular de la Garnacha se remonta al año 1145 y es atribuido a los monjes cistercienses del Monasterio de Veruela, situado a escasa distancia de Fuendejalón, donde se alza majestuosa la bodega. Allí nacen Fagus, Coto de Hayas, Garnacha Centenaria, Galiano, Oxia, Don Ramón y Aragonia, acreedores de numerosos premios y distinciones y de prestigio internacional.
La bodega cuenta con 3.700 hectáreas de viñedo salpicando con su sinfonía de color el paisaje. Junto a las Garnachas, variedades como Tempranillo, Cabernet Sauvignon, Merlot, Syrah, Mazuela, Chardonnay, Macabeo (Viura) o Moscatel de Alejandría encuentran en estos suelos pedregosos de tierras rojizas el mejor hábitat para alcanzar todo su esplendor.
Viñedos vigorosos y robustos, algunos con una antigüedad superior a los 100 años, que han arraigado con fuerza pesar de la dureza del medio que, a su vez, los dota de su inconfundible calidad y personalidad.
El suelo, el clima al pie del Moncayo y sobre todo el tiempo, los siglos, enseñaron a la Garnacha a sobrevivir en tan duras condiciones a base de reducir su productividad y generar uvas más concentradas que consiguen sacar a luz sus mejores cualidades, su amplitud y profundidad de aromas y su complejidad de sabores. Las de este rosado proceden de viña de más de 30 años y se vendimian por la noche, ya entrado el mes de octubre. El mosto escurrido por gravedad macera en frío durante cuatro días con sus lías y la fermentación, después del desfangado, se prolonga durante 10 días a 16ºC. Durante todo el proceso de elaboración el mosto está protegido de la oxidación. El resultado, aquí, en la trasparencia de su botella borgoñona.