- Redacción
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- 2016-12-05 12:34:35
La bodega se ha convertido en un reclamo enoturístico, en una escapada muy próxima a Madrid pero muy alejada en estilo vital, pues ofrece
naturaleza, paz, sensualidad, cuidado de cuerpo y espíritu envueltos, por supuesto, en gastronomía y vino.
Vinieron del norte en busca de paz, de un retiro acogedor en pleno campo. La familia Arzuaga Navarro encontró la magnifica finca La Planta y se enamoró de lo irrepetible del paisaje, de la encina milenaria que preside la entrada, de la impresionante berrea de los ciervos cuando buscan pareja, de los saltos y carreras naíf de los conejos y de la emocionante prevención frente a temibles ejemplares de jabalí.
La Planta es un mágico entorno donde conviven la flora y la fauna de la zona, pinos, encinas, sabinas y animalillos de pelo y pluma. Una finca ejemplar que se extiende a lo largo y ancho de 1.400 hectáreas, todo un lujo en plena Milla de Oro de la Ribera del Duero. Como era inevitable, Florentino Arzuaga no resistió la tentación de plantar viña en una geografía que ya de antiguo ha revelado su vocacion vinícola, sus equilibradas condiciones para hacer crecer en la viña un Tempranillo perfecto. Con esos mimbres, a principios de los años noventa, comenzó la plantación del viñedo, a lo que siguió la construcción de la bodega y la elaboración. Y otro tanto en la línea del olivar y el aceite, así cuentan con una almazara donde elaboran aceite virgen extra dentro de la Denominación de Origen Montes de Toledo.
La bodega se levanta cerca del Duero, en la carretera que une Soria con Valladolid. Está construida en piedra sólida y rústica que evoca recuerdos monacales gracias a sus arcadas, torres y al campanario. Junto a ella, el Hotel Arzuaga ha sido pionero de enoturismo en la zona. Empezó con su restaurante mirador, con una cocina donde contrasta el estilo local clásico y las tentaciones creativas, innovadoras. Después nació el hotel y se enriqueció con la oferta del magnífico balneario centrado en tratamientos de vino y agua, en programas relajantes y vitalizadores.
A la vez, sus vinos, sus viñas, han cobrado edad y con ella carácter, dignidad, la solidez y profundidad que confiere la zona, a la que se ha unido el cuidado de las elaboraciones, la selección de las maderas, la diversificación de los terruños para cada vino.
Este Crianza 2013 es fruto de una cosecha de clima complicado y ha requerido un cuidado muy especial. Se vendimió entrado octubre en cajas de 15 Kg., seleccionando con mimo en mesa. La uva se maceró durante cuatro días en frío y posteriormente se realizó la fermentación alcohólica a una temperatura inferior a 28ºC. En barricas nuevas de roble francés y americano realizó la fermentación maloláctica y la crianza durante 14 meses. Una educación que se hace sentir.
BODEGAS ARZUAGA NAVARRO
N-122 Aranda-Valladolid, Km. 325
47350 Quintanilla de Onésimo (Valladolid)
Tel. 983 681 146
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