- Ana Lorente
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- 2017-12-12 10:14:33
S on históricos del lugar y eso en Rioja es mucho decir. Son la séptima generación de viticultores y vinateros, y con esos mimbres –viñedos conseguidos aquí y allá a lo largo de los años y experiencia forjada en vendimias y añadas de todos los modelos– construyen su imagen actual, moderna, dinámica pero heredera de una larga tradición.
La sala de elaboración se pobló hace tiempo de pulcros depósitos de acero donde controlar la temperatura y las condiciones de vinificación. Son 30 depósitos de 30.000 litros, mientras que en la sala de guarda reposan más de 700 barricas que hay que trasegar cada tres meses, la mayoría de los mejores robles franceses –Allier, Nevers, Tronçais, Vosgues…– y un 20% de roble americano de Pensilvania.
Todo eso ha supuesto innovación, inversión, esfuerzo y trabajo diario. Lo que se ha mantenido en el tiempo es la tierra, la materia prima de sus vinos. El Salobral es la finca reina, 15 hectáreas en las que conviven plantación en vaso y en espaldera sobre piedra y cantera con una perfecta capacidad de drenaje dedicadas a la mejor Tempranillo, cepas de 45 años de edad media. En las seis hectáreas de El Coscojar, sobre un suelo más arcilloso, crece la Graciano alineada de Este a Oeste para evitar un exceso de insolación. La Garnacha, sin embargo, necesita madurar con sol y por eso su cuna, El Bosquil, de ocho hectáreas, está orientada Norte-Sur sobre tierra más arenosa y pobre. Y la más reciente es la Tempranillo Blanca, que se ha plantado y clonado en las 10 hectáreas de Los Quemaos.
Con tal variedad de variedades y territorios la bodega es un centro de experimentación para el Centro de Investigación y Desarrollo de La Rioja (CIDA). El resto de sus novedades, sean comerciales o enológicas, son puramente vocacionales, una trayectoria que ha resultado imparable y se refleja en su talante exportador (China, Alemania, Inglaterra)… y en los propios vinos: Navaldar, Parlanchín, Valcedón y sobre todo la línea “IN”: Inconsciente, de Tempranillo Blanco; Insensato, de Garnacha; e Insolente, de alegre Graciano.
La línea La Mateo reúne la colección de familia, un monovarietal de Tempranillo Blanco y coupages basados en Tempranillo, Garnacha y un toque pícaro, en el caso de este Crianza, de un 3% de Graciano. ¿Un acierto? Juzgue usted mismo.
Bodegas Mateos
Camino de Los Agudos s/n 26559 Aldeanueva de Ebro (La Rioja)
Tel. 941 261 897