- Ana Lorente
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- 2019-03-29 00:00:00
El rosado es tendencia. Por si alguien lo dudaba, Carlos Moro ha hecho nacer este: pálido, elegante, intenso y a la vez delicado. Y si alguien tiene especial olfato para captar las preferencias del publico es él, fundador de grandes bodegas en todas las denominaciones de Castilla y León, reconocido y premiado como bodeguero emprendedor, como amante promotor de la viticultura, la enología y la comunicación didáctica sobre el vino y la región.
Su centro de operaciones, la sede central de Bodegas Familiares Matarromera, se ubica en Bodegas Emina, que nació en 2005 en la Milla de Oro de la Ribera del Duero rodeada de un expresivo paisaje y de una larga historia vestida de arte. De ahí que también se haya convertido en el polo de atracción enoturística, con un museo del vino y de su entorno, un mimado jardín de cepas donde se ensayan las posibilidades y adaptación de cada variedad, y atractivos programas para cada época del año y para todo tipo de público familiar, como coctelería con vino sin alcohol o las actividades y catas más variadas. Además, cuenta con un cuidado restaurante, La Espadaña de San Bernardo, con vistas a la bodega y a la viña, y, muy cerca, con el pequeño Hotel Rural Emina. Razones sobradas por las que el pasado año Emina fuese reconocida como Mejor Bodega Abierta al Turismo de España por ACEVIN.
Este Rosé Prestigio que viene a redondear su amplísimo catálogo, innovador y atrevido, tanto en tipos de vino como en formatos, es un complejo coupage de uvas nacidas en cepas de más de 70 años plantadas en vaso. Variedades de uva blancas y tintas –Verdejo, Garnacha, Garnacha Tintorera, Garnacha Gris, Albillo, Viura– nacidas en cuatro viñedos propios en Cigales, en las zonas de Cubillas, Corcos y Valoria la Buena, que ocupan apenas cuatro hectáreas y media pero aportan sus tonos y características diferenciales. Esta primera añada se enfrentó en la viña con una primavera de clima alternante y un verano suave para alargar la maduración hasta septiembre y garantizar calidad, aunque una helada a mitad de mayo redujo la producción, que finalmente fue de 6.000 botellas.
La maceración se produce en frío, para así extraer poco color y obtener un rosado pálido y delicado. Después de fermentar se prolonga la elaboración con una crianza de dos meses sobre sus lías finas para aportar volumen en boca e intensidad. Hay que probarlo.
Bodegas Emina
Carretera de San Bernardo, s/n
47359 Valbuena de Duero (Valladolid)
983 683 315