- Ana Lorente
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- 2019-09-03 00:00:00
La trayectoria meteórica de esta joven bodega riojana bien merece un análisis, el mismo que ellos aplicaron al sector del vino para comprender por qué disminuye el consumo en España, que es el país mayor productor y que cuenta con una inmemorial tradición vitivinícola plasmada no solo en el mercado, sino en la cultura cotidiana. En ambos casos, la conclusión para vencer esa tendencia, para gozar del favor del público, es la misma: hay que gustar, hay que atraer, y para eso hay que respetar tanto al vino y sus raíces como a quien lo bebe, su paladar, sus gustos e incluso su bolsillo.
Con esos principios, y en menos de una década, Paco García ha plasmado su huella en una zona tan competitiva como es Rioja y ha llegado mucho más allá, al mercado internacional y al podio de los certámenes y puntuaciones. La huella, la que aparece en la atrevida etiqueta, es la del padre, Paco, viticultor de raza, de tradición, ya que sus viñas y sus antepasados han provisto de buena uva muchas grandes bodegas vecinas. Y con la garantía de una inmejorable materia prima decidieron dar el paso a la elaboración, a crear su propia bodega. El proyecto se hizo realidad en 2011, cuando la casa familiar en Murillo del Río Leza, rodeada de viña y del florido jardín que mima la madre, se vistió con la utillería más precisa y más preciosa para convertir la uva en vino, en buen vino. Así lo pensó el otro Paco, el primogénito, pero un accidente se lo llevó y fue su hermano Juan Bautista quien tuvo que tomar el relevo apenas cumplidos los 20 años junto a su compañera, Ana Fernández Bengoa, que ya tenía experiencia en el terreno comercial del vino.
El tándem se ha revelado imbatible, quizá precisamente por la juventud que les permite entender mejor al nuevo público, sus propios amigos, a los que hay que acercar al vino. El concienzudo trabajo de I+D se redondea con catas sobre los resultados (¿por qué no castaño en vez de roble?, ¿por qué no volver a las vasijas tradicionales de hormigón y barro que no producen desequilibrio electroestático como el acero?...) De esos análisis y de sus 40 hectáreas de viña entre 30 y 80 años de antigüedad repartidas en siete zonas diferenciadas que se vendimian a mano sale este Crianza de Tempranillo con 10% de Garnacha y 12 meses en madera, además del Seis (por sus meses en barrica), el monovarietal de Garnacha y muestras tan originales como el Beautiful Things o la colección Experiencias.
Bodegas Paco García
Ctra. Ventas Blancas, s/n
26143 Murillo del Río Leza (La Rioja)
941 432 372