- Laura López Altares
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- 2020-02-28 00:00:00
Hay rincones tan bellos y singulares que bien valen un nombre. El Ribazo, que es vino y es viñedo, evoca un espléndido paraje al noroeste de Villabuena de Álava, en una ladera de suave pendiente protegida precisamente por grandes ribazos que conforman un pequeño microclima. El viñedo, de 13 hectáreas, pertenece a Viñedos y Bodegas La Marquesa desde hace más de cien años, como prueban los documentos de 1886 en los que se anotaban sus cargas (la cantidad de uva cosechada). Lo nutre un terreno arcilloso-calcáreo y pobre en nutrientes, y su orientación protege la viña de los vientos y la mima para que muestre su seductora personalidad. Se divide en tres parcelas (las dos primeras cultivadas en vaso y la tercera en espaldera) habitadas por Tempranillo, Viura, Graciano y Mazuelo. Este vino se elabora con Tempranillo de las dos primeras, buscando la máxima tipicidad en la uva reina de los tintos clásicos de Rioja Alavesa.
Para extraer todo su potencial, se practica un trabajado sistema de cultivo tradicional: la tierra se alimenta solo con abono orgánico, podas cortas, mínimos despuntes, aclareo de racimos (si es necesario) y vendimia manual. En bodega se pone el mismo esmero y cariño que en viñedo: despalillado sin estrujado, fermentación lenta a baja temperatura en pequeños depósitos de acero inoxidable, remontados minuciosos y una breve maceración sobre sus hollejos para ganar color y estructura sin que pierda sus aromas originales. Todo termina en un placentero descanso, primero en fudres de roble francés de 5.000 litros y más tarde en barrica de roble francés con tostados suaves.
El conjunto de todo este cuidadísimo proceso deja una maravillosa huella en un tinto "para beber y disfrutar", fresco, elegante y profundo. Y no os damos más pistas porque es vuestro turno para catarlo y contarnos todo lo que os inspira (mucho, seguro).
Antes de hacerlo, recordad que este excepcional vino lleva en su ADN el éxito inmortal de sus antepasados, que en otros tiempos recibieron galardones tan importantes como la Medalla de Plata en la Exposición de Logroño de 1898 y la Medalla de Oro en la Exposición Universal de Barcelona en 1929. Don Francisco Javier Solano y Eulate, Marqués de la Solana, puso los cimientos de la bodega familiar a mediados del siglo XIX, inspirado por el concepto de vino de pago que hoy se mantiene más vivo que nunca gracias a la quinta generación de la familia De Simón.
Viñedos y Bodegas de la Marquesa
C/ Herrería 76
01307 Villabuena de Álava
945 609 085