Utilizamos cookies propias y de terceros, así como los datos de la conexión del usuario para identificarle. Estas cookies serán utilizadas con la finalidad de gestionar el portal, recabar información sobre la utilización del mismo, mejorar nuestros servicios y mostrarte publicidad personalizada relacionada con tus preferencias en base a un perfil elaborado a partir de tus hábitos y el análisis de tu navegación (por ejemplo, páginas visitadas, consultas realizadas o links visitados).
Puedes configurar o rechazar la utilización de cookies haciendo click en "Configuración e información" o si deseas obtener información detallada sobre cómo utilizamos las cookies, o conocer cómo deshabilitarlas.
Encarnar la memoria de la familia, de la tierra, es una responsabilidad preciosa. Y en Monte Real convergen dos poderosos legados: el de Bodegas Riojanas, con su centenaria historia, y el de su vino más icónico, cuyos orígenes se remontan a los años 30 del siglo pasado. Como explican desde la bodega: “El único compromiso cuando el legado llega a ti es compartirlo y dejarlo siempre en las mejores manos”. Y seguir ampliándolo... Porque con el lanzamiento de este Monte Real Cuvée 2017 (67% Tempranillo y 33% Graciano), un vino único y exclusivo que refleja como ningún otro la esencia, la identidad y el origen de la marca, ese legado se enriquece y dibuja un intenso futuro. Esta interesante novedad tiene su origen en los viñedos de la Finca El Monte, en Cenicero, el valor más preciado de Monte Real: un paraje que han preservado desde que Román Artacho encargó al enólogo francés Gabriel Larrendant la elaboración de un expresivo vino que se convirtiese en el alma de Bodegas Riojanas. De sus cuatro mejores parcelas –trabajadas con mimo, impregnan al vino de su singularidad y excelencia– y fruto de un largo trabajo, nace esta edición limitada de 12.000 botellas que ha incorporado la variedad Graciano (reforzando así su gran potencial de envejecimiento). Durante la vendimia, las uvas se recogen a primera hora de la mañana para evitar las altas temperaturas, y se escogen los mejores racimos y granos antes de entrar en bodega. Allí fermentan en depósitos de acero inoxidable con levaduras propias que, mordisco a mordisco, refuerzan el carácter del suelo en el vino. Este macera con los hollejos 25 días en los que se potencian la complejidad aromática y cromática. Su crianza, que busca mantener la mayor cantidad de fruta, se completa con 18 meses de crianza en barricas de roble (50% americano de los Apalaches y 50% francés de Allier) y otros 16 en botella en los calados históricos de la bodega. Y así llega hasta nosotros este Monte Real Cuvée 2017, con un impactante y moderno diseño que nos habla con orgullo de años y años de tradición, pero que también descubre un atractivo e ilusionante camino. ¡Ahora nos toca transitarlo!