- Redacción
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- 2021-03-31 00:00:00
E ste Chardonnay Fermentado en Barrica, un peculiar vino monovarietal, nace en un lugar idílico y exclusivo que no se parece a ningún otro, por eso cuenta desde 2014 con una denominación de origen propia: D.O.P. Pago Bolandín. La espectacular finca que le da nombre –con 200 hectáreas donde se encuentran el viñedo, la bodega, el hotel-château y el restaurante (conforman una de las propuestas enoturísticas más atractivas del norte de España)– tiene una ubicación privilegiada bajo el abrigo del Moncayo, regada por el Ebro y azotada por el indomable Cierzo. Su clima continental extremo, con inviernos muy fríos y veranos largos y secos, concede al viñedo unas características muy particulares.
A una altitud de 395 metros sobre el nivel del mar se extiende un mar de variedades muy bien adaptadas a ese clima, entre ellas la Garnacha, la Syrah, la Moscatel de Grano Menudo y por supuesto la Chardonnay –en Navarra se elaboran algunos de los mejores vinos de Chardonnay del país–. Como explican desde la bodega, "el terreno, el microclima, las variedades, el método de elaboración y la crianza convergen en un carácter y una personalidad especial reflejada en cada botella". Su filosofía es absolutamente sostenible, con una viticultura muy respetuosa con el medio ambiente. Además, miden la huella de carbono para tratar de reducirla al máximo y compensar las emisiones restantes en el uso de energía limpia.
En semejante escenario, vigiladas por un imponente torreón construido al estilo de las fortalezas de la zona (desde el que se vislumbran unos atardeceres rojos como el fuego), las viñas crecen en condiciones excepcionales. Las uvas con las que se elabora este Chardonnay Fermentado en Barrica se recogen en los albores del otoño, durante la primera semana de septiembre, en una vendimia mecánica y nocturna –al recolectar en las horas más frescas, los racimos llegan a la bodega en perfecto estado–. Después, fermentan durante nueve meses en barricas nuevas de roble francés de Allier que ceden al vino sus aromas a vainilla. Y ya no os contamos nada más, así os sorprenderá –todavía más– cuando lo catéis. Sus elaboradores recomiendan acompañarlo de pescados azules, moluscos, mariscos, arroces, verduras al horno, carnes blancas o quesos frescos y grasos... ¡Difícil decisión!