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Ya en 1820, Peinado destilaba en alquitaras a fuego directo los vinos del entorno para apropiarse de su espíritu, de su esencia, en forma de brandy. La destilería está en el corazón de La Mancha, en Tomelloso, y aunque se ha actualizado, mantiene intacto ese talante de mimo artesanal. El brandy envejece mediante el sistema denominado de soleras y criaderas. Las soleras -los toneles que están en el suelo- contienen el brandy ya listo para su embotellado, mientras que en las superiores -las criaderas- se encuentra el destilado en sus diversas fases de envejecimiento, partiendo de las holandas recién destiladas, de tal forma que el aguardiente más joven siempre está situado en la andana superior y se va trasegando de arriba abajo.
La originalidad de Peinado es rociar las soleras con brandies envejecidos en lugar de hacerlo con holandas. Esta práctica ha superado el paso del tiempo y se ha convertido en imprescindible para ofrecer ese aroma y cuerpo que confieren la singular personalidad de la marca. El Regio se extrae de la solera que ha cumplido cinco años. El brandy Peinado 20, de la solera de 20 años, y así sucesivamente hasta el Peinado 100, que se extrae de la solera que inauguró el fundador. Así, acunados en el roble, se armonizan aromas y buqué en busca de finura e intensidad.
