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Detrás de la etiqueta Cosme Palacio hay un minucioso trabajo enológico, una estricta y rigurosa selección de uvas de viñedos viejos, maceraciones muy largas y, en la crianza, cada añada estrena barricas de roble francés
La bodega forma parte del selecto y reducido grupo de Bodegas Históricas de Rioja, ya que fue fundada por Cosme Palacio en 1894. Nació con estilo bordelés, cuando los bodegueros franceses, ante el ataque de la filoxera, buscaron refugio y materia prima en Rioja. Claro que también aquí atacó la epidemia, aunque más tarde, y Don Cosme y su enólogo se asentaron en Valladolid, nada menos que en Vega Sicilia.
Con la vuelta a Rioja, en el amanecer del siglo XX, se constituye la bodega tal como ha llegado a nuestros días, con el criterio de calidad y talante innovador que ha gestado vinos sorprendentes como el alegre Milflores, al gusto joven y con la botella serigrafiada, o el clásico Glorioso, que ha evolucionado con maceraciones más largas, tonos de color más intensos, recuerdos frutales, madera nueva. La línea bautizada Cosme Palacio en honor del fundador inició a finales de los años 80 la corriente de nuevos vinos de Rioja y se considera el primer vino de autor en la zona. Vendimia tras vendimia se elabora con especial mimo, con viñedos de más de 80 años situados en cotas altas, vendimia nocturna para preservar la frescura de los racimos, mesa de selección, prensadas especiales y barricas de 225 y 500 litros de los más prestigiosos toneleros del mundo.
Esos cuidados, aún mejorados con el tiempo, con los años del viñedo, le han valido excelentes puntuaciones en todas las catas nacionales e internacionales, de modo que supera los 90 puntos tanto en la Guía ABC como en la Repsol o en la Palacios de Vinos Iberoamericanos. Ahora, ustedes dirán.