• Bartolomé Sanchez
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• 2005-02-01 00:00:00

Posee Toro una riqueza en su uva, recia versión de la noble Tempranillo, y en su variados terrenos, cuya naturaleza la marca el Duero. Al reclamo de esa fortuna acuden personas vinculadas por generaciones al mundo del vino, como los hermanos Lurton y el enólogo Michel Rolland, bordeleses trotamundos que logran hacer de la enología un arte. Los unió en España un proyecto muy atractivo para ellos: “domesticar” un vino bravo y de rancia estirpe. En la tarea pusieron todos sus conocimientos, buscaron viejos majuelos, que controlan y trabajan, mientras sus viñas (plantadas tras un riguroso estudio del terreno) llegan a la mayoría de edad. La experiencia acumulada la vuelcan en este vino de elegantes maneras. Un buen entramado de barricas francesas le sienta maravillosamente porque logra retener el peso de la fruta como su principal expresión. Además, demuestra que en el vino también se puede ensamblar un equipo de “galácticos”, y que funcione sin fisuras. Nostalgias del Rin No es fácil concebir un viñedo centroeuropeo en plena Mancha. Porque por mucha imaginación que se acumule, hay que sentir verdadera añoranza para sacar a la delicada Riesling de sus verdes, húmedos y encantadores paisajes e integrarla bajo un sol de justicia en esos campos de Toledo (a pesar de que el viñedo está plantado en un lugar bastante fresco). El caso, aunque puede sonar a perversión, es que funciona, y ya la viña con sus ocho años de edad comienza a dar resultados. El soñador audaz es el cardiólogo manchego, Dr. Pinto, que supo vislumbrar el comportamiento de una uva tan exótica en plena Mancha. Para remate, este año ha entrado en el proyecto Pablo Ibáñez Sarmiento, experto enólogo con muchas cosechas elaborando Albariño sobre sus espaldas. El cambio ha sido notable, y la materia prima agradece el tratamiento. Sin embargo, es difícil de imaginar que conserve y aumente la carga aromática con la crianza en botella, como pasa con los grandes vinos de esta variedad. Al menos hasta dentro de unos años. Cañada de El Valle 2004 B. Pinto Polo. Finca El Colmenar 45310 Villatobas (Toledo).Tel. 925 152 360 mpolo@pintopolo.com. D. O. Vinos de la Tierra de Castilla. Tipo: Blanco joven Variedad: Riesling. Crianza: No tiene. Precio: 10 e. Fecha de entrada: 12/1/2005 Consumo óptimo aproximado: un año a 8/9° C. Puntuación: 7,3/10 1ª Cata: Pálido, brillante y de reflejos verdosos. Excelente unión de aromas de un puñado de hierbas y de frutillos frescos, sin caer en una sensación vegetal. Hay en este vino una explosión de aromas, entre los que resaltan los recuerdos de lima, pomelo, anises y cardamomo, que llegan a confundir con otra variedad. Ligero y fresco, tiene un paso franco, mantiene el difícil equilibrio de acidez, viveza y el toque goloso. Posee un final intenso, que ensalza toda su potencia aromática. Campo Eliseo 2002 B. Burdigala. Del Pozo, 1. 47400 Medina del Campo (Valladolid). Tel. +33 (0) 5 57 55 12 12 jflurton@ jflurton.com. D.O. Toro. Tipo: Tinto crianza. Variedad: Tinta de Toro Crianza: 18 meses en barrica nueva de roble francés. Precio: 39 e Fecha de entrada: 15/12/2004. Consumo óptimo aproximado: siete años a 16/18° C. Puntuación: 8,9/10 1ª Cata: Es un vino alejado del estilo tan contundente de algunos “toro”, incluso en el color, y esto a pesar de estar muy crudo en estos momentos. Se debe quizás al comportamiento tan exquisito de las maderas, de unas especias sutiles o de ese tono tostado que combina tan bien con los frutillos rojos (grosella), hay además tabaco, quizás café… el festival sigue en la boca, donde se aprecia su buen equilibrio, un tanino fundido que acaricia el paladar, y un final elegante con el toque de regaliz clásico de estas tierras.