- Bartolomé Sanchez
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- 2010-09-01 00:00:00
Se empieza para salvar una tradición de familia y se acaba totalmente involucrado en un negocio, de momento, más romántico que comercial. Así le ocurrió a Eduardo Rodríguez, prestigioso hostelero gallego que, en su aspiración de seguir las raíces familiares, indagó y se encontró con un precioso viñedo que mira al embalse de Castrelo de Miño. Compró aquellas cinco hectáreas, plantadas con lo más florido de las variedades autóctonas, y edificó en medio de ellas una preciosa y equilibrada bodega. Pero con la filosofía muy clara: la calidad y la originalidad ante todo. Consciente de que el buen vino no sale por arte de birlibirloque, buscó un enólogo de prestigio. Y lo halló en la persona de Álvaro Bueno. En la casa elaboran dos blancos, uno de ellos más fresco llamado María Andrea, y este Eduardo Peña, que me causó sensación. Siguen un proceso de maceración en frío con nieve carbónica, después un trabajo con sus lías y fermentación en depósito de acero inoxidable y barricas de trescientos litros. Todos estos cuidados no son excesivos en absoluto. Y aquí está la prueba. Historias de Nueva Cuna El meticuloso método de trabajo de Fernando Remírez de Ganuza, tanto en la viña como en el lagar, le está reportando el reconocimiento de propios y extraños. Este año varios de sus vinos han sido distinguidos entre los que obtuvieron las máximas puntuaciones de los gurús extranjeros. Aún así esta casa no para de sacar novedades. Este Viña Coqueta 2005 sale ahora por vez primera, aunque el proyecto viene de lejos. Tenía la familia un sueño, montar una nueva bodega -Nueva Cuna- pensada para que los hijos plasmasen en ella toda su imaginación, pero esa ilusión quedó truncada por una terrible desgracia. A pesar de todo, y quizás como homenaje, sigue adelante este vino salido de uno de los viñedos más queridos de Fernando, la viña Coqueta, plantada hace unos 70 años. Para elaborar este tinto, la uva obtiene el mismo trato que las demás, un proceso tan exhaustivo como posiblemente no reciba en ninguna otra parte. Para que todo quede en familia, la etiqueta ha sido diseñada por Javier Remírez de Ganuza, el hijo menor. Eduardo Peña 2009 Bodega Eduardo Peña Barral-Castrelo de Miño (Ourense) www.bodegaeduardopenha.es. Tel. 629 87 21 30. D.O. Ribeiro. Precio: 12 E. Tipo: Blanco crianza. Variedades: Treixadura, Loureiro, Albariño, Godello y Lado. Crianza: 20% del vino en roble francés y húngaro, resto en depósito. Armoniza con: empanada de xoubas. Consumo óptimo aprox: cinco años a 10º C. Puntuación: 9/10. 1ª Cata: Posee ese punto de nobleza de los grandes ribeiros que reside entre la frescura de un vino joven y la complejidad de los reservas. Atractivo color amarillo pálido, la intensidad olfativa crece conforme se desarrolla en copa. Aromas de fruta madura (melocotón), bien acompañada de recuerdos de cítricos, laurel, minerales, especiados. Untuoso y bien estructurado, excelente acidez nada agresiva, amplio y largo. Viña Coqueta 2005 Fernando Remírez de Ganuza Constitución, 1. Samaniego (Álava) www.remirezdeganuza.com. Tel. 945 60 90 22. D.O.Ca. Rioja. Precio: 30 E. Tipo: Tinto crianza. Variedades: 90% Tempranillo, resto Graciano, Viura y Malvasía. Crianza: 22 meses en barrica nueva de roble francés. Armoniza con: Becada con sus interiores y manzana asada. Consumo óptimo aprox: ocho años a 16/18º C. Puntuación: 9’4/10. 1ª Cata: Ofrece este tinto la identidad que da el varietal y el terruño riojano, pero con una cautivadora elegancia. De vivos colores donde destacan los tonos cereza, sale la fruta a flor de piel (guindas, moras, arándanos) bien envuelta y protegida por las notas especiadas de su excelente madera, de un toque mineral, de un final de regaliz. Lo mejor llega cuando sus dulces taninos de seda envuelven el paladar con armónico equilibrio, se potencia su incipiente buqué y deja una limpia sensación de vino de larga guarda y fino perfil.