• Bartolomé Sanchez
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• 2010-03-01 00:00:00

Hay apellidos que forman parte esencial de las raíces de una comarca. Y la familia Roqueta lleva en la preciosa tierra del Pla de Bages, según consta en antiquísimos documentos, como mínimo desde 1199. Dedicándose al vino, es lógico que traten de salvaguardar su tesoro enológico, y hace años que investigan sobre las posibilidades de las variedades Sumoll, Mandó y sobre todo con la autóctona Picapoll, labor que les debemos agradecer porque apenas si existen 40 hectáreas en todo el mundo (de las que Abadal posee 15). El enólogo de la casa, Joan Soler, ha querido elaborar un blanco especial que confirme la confianza depositada en ella: el Nuat. Hizo una selección exhaustiva entre las mejores cepas, el mosto adquirió todos los aromas procedentes del hollejo debido a su estancia con ellos durante 24 horas. Transcurrió la fermentación controlada y después una crianza sobre dobles lías (las suyas y las de los otros vinos de Picapoll) y además con battonage, así durante 10 meses. Barricas nuevas y especiales, prácticamente sin tostar, albergaron solamente un 10% del vino, la crianza en botella completará su complejo buqué. Elaboración complicada, y desvelos para menos de seis mil botellas. Genuino desde la raíz Cuenta Carlos Piserra que cuando replantaron unas viñas en el término de Cenicero, alguien calculó mal, se quedaron cortos de pie americano y todavía faltaba algo más de media hectárea por plantar. Y para no complicarse la vida se completó con sarmientos de Tempranillo sin injertar, o sea, a pie franco. Ocurrió en los años 40 y gracias al terreno suelto de esa pequeña parcela, con un alto contenido de arena, esas cepas han podido sobrevivir a los terribles ataques de la filoxera. Una verdadera rareza en La Rioja, la patria del Tempranillo que la familia, con buen criterio, ha decidido elaborar aparte, en su pequeña bodega de Cenicero. Afortunadamente, cuentan con la colaboración del enólogo Antonio Comi, fundamental, entre otras cosas porque ninguno de los propietarios se dedica al vino, si bien les apasiona su cultura. Es resultado es este Caudum moderno y sabroso, puesto en escena sin filtrar. Difícil de hallar, porque la producción es de 3.000 botellas, más propia de coleccionistas que de esta sección. Nuat 2008 B. Masies d’Aviñó 08279 Santa Maria d’Horta (Barcelona). Tel. 93 874 35 11. www.abadal.net. D.O. Pla de Bages. Precio: 28 E. Tipo: Blanco crianza. Variedades: Picapoll. Crianza: 10 meses en dobles lías, dos meses en roble francés (sólo el 10% del vino). Armoniza con: Pollo con langosta. Consumo óptimo aprox.: cuatro años a 10ºC. Puntuación: 8’7/10. 1ª Cata: Tiene un color amarillo dorado, brillante. Lo primero que se detecta en nariz es su excelente elaboración y limpieza, sus aromas de fruta blanca, cítricos, hierbas son nítidos; muestra además esos tonos de lías tan bien dispuestos que enlazan perfectamente. Con estructura, bien equilibrado por su medida untuosidad, una fresca acidez que aporta viveza y un final muy aromático. Ganará complejidad con unos meses de crianza en botella. Caudum 2007 B. Larraz Paraje Ribarrey, Pol. 12 Cenicero (La Rioja) Tel. 639 72 85 81. www.bodegaslarraz.com D.O. Ca. Rioja. Precio: 19 E. Tipo: Tinto crianza. Variedad: Tempranillo. Crianza: Un año en barrica nueva de roble francés y americano. Armoniza con: Carrilleras de ternera al vino tinto. Consumo óptimo aprox.: Cinco años a 16ºC. Puntuación: 8’8/10. 1ª Cata: Ármense de paciencia, disfruten de la puesta en escena, decanten, o mejor, aireen con energía este tinto media hora antes de su consumo. Así ofrecerá mejor ese paisaje boscoso de frutillos negros, de trufa y hojarasca, de especias, tostados y delicadas notas de mineral y regaliz negro. Asimismo, lo encontrarán concentrado y carnoso, con un tanino maduro que estalla en el paladar y mantiene el nervio hasta el final, donde de nuevo el regaliz impone su punto goloso.