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El pago de Santa Cruz, con una extensión total de 45 hectáreas, representa un firme pilar de los vinos de la Ribera del Duero. Pertenece a un grupo de agricultores, entre ellos la bodega de los Hermanos Sastre, que posee ocho hectáreas -con las cepas más viejas del terreno- situadas en lo mejor del pago. Ya este majuelo pertenecía a la familia cuando la bodega se fundó en 1992, aunque los Sastre ya tenían una larga tradición vitivinícola. Desde su fundación, la casa se ha sustentado sobre la calidad de sus productos, que le han reportado muy buena fama entre los conocedores. Famosos son sus vinos estrella, el Regina Vides (una pequeña selección de uvas del Pago de Santa Cruz) o el raro y diferente Pesus, una original visión de la Ribera del Duero del que apenas se elaboran unas 1.500 botellas. La preciosa y amplia bodega está dotada de una moderna tecnología suficiente para una producción que ronda las 200.000 botellas anuales, de las que unas 20.000 son Pago de Santa Cruz 2005. Isabel Chico, administradora y copropietaria, asegura: “El Pago de Santa Cruz reúne en el rojo amoratado de su líquido cuerpo la esencia de la luz, el aire, el agua y la tierra de Castilla. Con Pago de Santa Cruz, el amor de una familia ha sido capaz de moldear con paciencia y sabiduría este magnífico regalo de la naturaleza”.
La Viña
Pago de Santa Cruz
Situado en La Horra (Burgos) a 814 metros de altitud (rayando el límite del páramo), en una prolongada ladera que baja hacia el Duero. El suelo es arcilloso-calcáreo con mucho fondo y el clima es continental extremo. Fue plantada hace unos 70 años con una densidad de 2.500 pies de Tinto Fino por hectárea. El rendimiento no llega al kilo por cepa y su cultivo es natural, sin tratamientos agresivos.
Pago de Santa Cruz 2005
D.O. Ribera del Duero.
Variedad: Tinto Fino.
Crianza: 16 meses en barricas nuevas de roble americano.
Alcohol: 15%.
Precio: 33 E.
Añada difícil por el contraste de la crudeza del invierno y la sequía y altas temperaturas del verano. Ha necesitado cuatro trasiegos y crianza en barrica. Mantiene una fruta roja notable, que se une a los tonos especiados, minerales y regaliz. Sabroso y bien estructurado, amplio y con un final muy potente.
El pago de Santa Cruz, con una extensión total de 45 hectáreas, representa un firme pilar de los vinos de la Ribera del Duero. Pertenece a un grupo de agricultores, entre ellos la bodega de los Hermanos Sastre, que posee ocho hectáreas -con las cepas más viejas del terreno- situadas en lo mejor del pago. Ya este majuelo pertenecía a la familia cuando la bodega se fundó en 1992, aunque los Sastre ya tenían una larga tradición vitivinícola. Desde su fundación, la casa se ha sustentado sobre la calidad de sus productos, que le han reportado muy buena fama entre los conocedores. Famosos son sus vinos estrella, el Regina Vides (una pequeña selección de uvas del Pago de Santa Cruz) o el raro y diferente Pesus, una original visión de la Ribera del Duero del que apenas se elaboran unas 1.500 botellas. La preciosa y amplia bodega está dotada de una moderna tecnología suficiente para una producción que ronda las 200.000 botellas anuales, de las que unas 20.000 son Pago de Santa Cruz 2005. Isabel Chico, administradora y copropietaria, asegura: “El Pago de Santa Cruz reúne en el rojo amoratado de su líquido cuerpo la esencia de la luz, el aire, el agua y la tierra de Castilla. Con Pago de Santa Cruz, el amor de una familia ha sido capaz de moldear con paciencia y sabiduría este magnífico regalo de la naturaleza”.
La Viña
Pago de Santa Cruz
Situado en La Horra (Burgos) a 814 metros de altitud (rayando el límite del páramo), en una prolongada ladera que baja hacia el Duero. El suelo es arcilloso-calcáreo con mucho fondo y el clima es continental extremo. Fue plantada hace unos 70 años con una densidad de 2.500 pies de Tinto Fino por hectárea. El rendimiento no llega al kilo por cepa y su cultivo es natural, sin tratamientos agresivos.
Pago de Santa Cruz 2005
D.O. Ribera del Duero.
Variedad: Tinto Fino.
Crianza: 16 meses en barricas nuevas de roble americano.
Alcohol: 15%.
Precio: 33 E.
Añada difícil por el contraste de la crudeza del invierno y la sequía y altas temperaturas del verano. Ha necesitado cuatro trasiegos y crianza en barrica. Mantiene una fruta roja notable, que se une a los tonos especiados, minerales y regaliz. Sabroso y bien estructurado, amplio y con un final muy potente.
