- Bartolomé Sanchez
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- 2010-06-01 00:00:00
E l germen -una pequeña bodega situada en el centro de Yecla llamada Bodegas A. Candela- se sembró en 1925. Ya en los noventa la familia Candela se lanzó a un gran proyecto vitivinícola de notables dimensiones: Señorío de Barahonda, que es realidad desde 2006. Un precioso edificio da cabida al lagar, con toda clase de tecnología moderna, a un reputado restaurante y hasta a un club de vinos. Está en las afueras de la población, en los terrenos de una de las fincas vitícolas de la familia desde generaciones. La casa controla unas 550 hectáreas de viñedo, de las que 145 son propias, con diversas variedades en nómina: Cabernet Sauvignon, Petit Verdot, Syrah, Tempranillo, Merlot, Macabeo, Airén y, cómo no, Monastrell, la reina de la comarca. Antonio Candela, integrante de esta nueva generación de la familia, muestra orgulloso el cambio: “Nuestro esfuerzo ha dado como fruto vinos más personales, de estilo moderno, más fresco y vivo, en los que no falta el atractivo matiz clásico. Nuestra bodega, rodeada por viñedos propios, no sólo ofrece un paisaje digno de visitar, sino que permite conocer el procedimiento de elaboración, tratar con las personas que lo crean y apreciar la exquisita sinfonía de sensaciones del restaurante vanguardista ubicado en ella”. www.barahonda.com. La Viña El Aliagar y Las Trece Situadas en la zona noble del viñedo yeclano, en pleno Campo Arriba, estas parcelas plantadas de Monastrell en vaso soportan un clima continental, la pluviometría media es de 250-350 litros al año y 3.000 horas de sol. La altitud está alrededor de los 700-750 metros sobre el nivel del mar. El suelo tiene una composición de 70% caliza, 15% arcilla y 15% arena. El subsuelo es profundo, con buena permeabilidad, formado por rocas calizas y muy pobre en materias orgánicas. Heredad Candela Monastrell 2008 D.O. Yecla Variedad: Monastrell Crianza: Ocho meses en roble francés de 500 litros. Alcohol: 14% vol. Precio: 15 E. Procede de viñedos de secano con más de 80 años y con producciones de menos de 900 gramos por cepa. Elaboración en depósitos de pequeña capacidad con remontados en abierto. El resultado es un monastrell fragante, moderno, de aromas frutosos y especiados, carnoso en el paso de boca, amplio y bien estructurado.
