• Redacción
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• 2011-05-01 09:00:00

Un reciente viaje a Cognac, en Francia, nos llevó hasta Grand Marnier, destilería que viste un precioso castillo en los aledaños del pueblo Chateau de Bourg. El recibimiento estuvo a cargo de Xavier Ladrat, uno de los tres maestros mezcladores de la casa, junto con Patrick Raguenaud y Adelina Loizeau.
De aspecto afable, sencillo, no olvidamos que Xavier Ladrat fue el creador de la ginebra y el vodka Citadelle y los rones Plantation, así que no dudamos en preguntarle si entre sus planes está el volver a crear otros destilados. Su respuesta es contundente: “Quiero tranquilidad”. Y parece haberla encontrado en Grand Marnier, que, con 15 millones de botellas anuales, es la productora del tercer licor más vendido del mundo, solo por detrás de Kahlúa y Baileys, este último el líder absoluto del mercado. En España, sin embargo, no se consume mucho (Xavier nos sitúa en el mercado en el mismo lugar que Islandia, un país que apenas supera los 300.000 habitantes). Su mayor mercado es Francia, donde principalmente se bebe como long drink, mezclado con tónica o zumos. Xavier, por su parte, nos confiesa que se decanta por “tomarlo combinado con ginger ale o tónica”.
Grand Marnier saca al mercado varias versiones de este licor -Amarillo, Rojo, 50 y 100 años- y Xavier nos simplifica la receta para su elaboración: cognac (entre 30 y 50 referencias diferentes), esencia de naranja y azúcar. “Para conseguir la esencia de naranjas de Haití, se cogen casi verdes, pues su exótico aroma resultará más acentuado, se dejan secar durante dos días al sol, se parten en cuatro trozos, se descarta la pulpa y se introducen en sacos para ser enviadas a París, donde se procesarán. Allí, se hidratan en tanques con agua fría durante dos días, quitando la parte blanquecina interior, que amarga”, explica Xavier, que continúa diciendo que “después, se macera en un alcohol rectificado de remolacha -previamente rebajado a 60% vol.- durante dos semanas. El resultado es una deliciosa mezcla de aceites esenciales y esencia de naranjas”. El siguiente paso es mezclarlo con cognac a 70% vol., principalmente de las mejores regiones de Cognac, como Grand Champagne o Petit Champagne, y rebajarlo con agua y azúcar de remolacha. Visto de otra forma, entre el 6-10% es esencia de naranja, un 51% o más es cognac y el 40% -unos 250 gramos- es azúcar. El paso final, para homogeneizar la mezcla, sería introducirla en toneles de roble de 600 litros Tronçais (aroma de vainilla) o Limousin (toffe).


Vodka Beluga Noble Rusian
Distribuidor: Primeras Marcas.
Procedencia: Rusia. Materia prima: trigo malteado. Alcohol: 40% vol. Sistema destilación: columna. Destilaciones: cuatro. Filtrado: cuarzo y arena, doble filtrado con carbón de abedul y afinado con cuarzo. Crianza: 90 días en acero inoxidable.

Procedente de Mariinsk, una destilería de Siberia, es el vodka más vendido en Rusia. En 2003 nace la primer botella de Beluga, nombre con el que quieren simbolizar la pureza y escasez de las huevas del esturión más cotizado del mundo.
Limpieza y neutralidad aromática de la buena escuela rusa, muy sutil en recuerdos de cereales y magnífico en su calidad alcohólica, todo finura. La coraza grasa invade el paladar con un tacto de pureza y placer que deja un finísimo recuerdo de pimienta blanca. Pasados unos minutos vuelve un curioso recuerdo de chufa fresca muy agradable.
Temperatura de servicio: 6º C. Consumo: solo o coctelería. PVP: 45 e.


Vodka Williams Chase
Distribuidor: Primeras Marcas.
Procedencia: Inglaterra. Materia prima: patata. Alcohol: 40% vol. Sistema destilación: columna de cobre de 42 platos. Destilaciones: tres

En 2004, el propietario y fundador de la marca de patatas fritas Tyrrel’s -William Chase- vende la empresa para financiar su proyecto personal y elaborar productos de alta calidad, alejados de la influencia del marketing, basados en la tierra y los procesos más respetuosos. El resultado es un vodka elegido el mejor en la World Spirits Competition de San Francisco.
Muy aromático, con sutiles recuerdos de fruta (melón), pimienta blanca y flores (lirios). Fragancia alcohólica delicada, detalle que avala su buena elaboración. Sorprende que aun manteniendo el vodka en la boca unos segundos, no se aprecien roturas del alcohol. Entra goloso, graso, siempre con un sutil aliño de aromas. Magnífico.
Temperatura de servicio: 18º C. Consumo: solo o coctelería. PVP: 40 e.


Gin Williams Chase Elegant Crisp
Distribuidor: Primeras Marcas.
Procedencia: Inglaterra. Materia prima: manzanas. Alcohol: 40% vol. Destilación: columna y alambique. Filtrado: tres tipos de carbón activo. Botánicos: Enebro, coriandro, angélica, regaliz, saúco, manzana fresca, lúpulo, raíz de lirio, piel de limón y naranja.

Otro producto de William Chase, que en su granja de 400 hectáreas en Herefordshire cultiva patatas y manzanas para crear, según sus propias palabras “destilados únicos”. La idea de elaborar, en 2009, el alcohol base de manzanas fue porque intuyó que una gran ginebra necesitaba más frutosidad y que la destilación en alambique también ayudaría.
Su perfume delata ciertos guiños hacia los destilados de manzana, detalle que también apoya su incesante desfile de especias frescas, con el enebro muy bien integrado. Calidad alcohólica impecable. Entra golosa, con grasa que se extiende por todo el paladar, buen tacto de principio a fin y un marcado final aromático, siempre sutil aunque profundo y distendido.
Temperatura de servicio: 18º C. Consumo: sola o coctelería. PVP: 40 e.